La solicitud de renuncia a la presidencia de Consejo Nacional Anticorrupción por parte de Jorge Rodríguez, fue rechazada por los miembros de este organismo, se le solicitó que se reintegre a sus actividades y que continúe al frente de la entidad.

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Miembros de la Comisión Nacional Anticorrupción se reunieron con Jorge Rodriguez para pedirle que retome sus responsabilidades. Crédito: El Telégrafo.

Los integrantes de la denominada Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), no aceptaron la renuncia a la presidencia del organismo de Jorge Rodríguez, quien decidió dejar el cargo porque considera que el gobierno no apoya la lucha contra la corrupción.

Germán Rodas, coordinador de la CNA, dijo que se reunieron con Rodríguez esta semana para pedirle que siga al frente de la entidad y se reintegre a las acciones de este colectivo.

No obstante coincidió con su compañero, pues cree que todavía existen “residuos del correísmo” en varias instituciones del Estado como la Corte Nacional de Justicia.

Además reclamó que han denunciado 17 casos de corrupción del gobierno anterior y todos siguen en indagación previa, por lo que ninguno ha pasado a la etapa de instrucción fiscal.

Recordó que la Asamblea no aprueba la Ley Anticorrupción y tampoco aquella que debe establecer la muerte civil de los corruptos, lo mismo con el Plan Nacional de Salud que se ha convertido en negocio a propósito de las adquisiciones de fármacos.

El presidente del Frente Unitario de Trabajadores, Mesías Tatamuez, aclaró que la Comisión seguirá trabajando en todo el país, “ya que se debe a la ciudadanía” que impulsó su creación en el 2015.

Asimismo, Rodas dijo que solicitaron al gobierno que se permita la integración de una veeduría ciudadana para que siga las negociaciones que la Procuraduría está efectuando con la compañía Odebrecht para acordar una indemnización económica para el país por los casos de sobornos en los que está involucrada.

Por eso recalcó que el compromiso de la CNA debe continuar para “enfrentar a la corrupción de todos los gobiernos”, de manera que no sea solo una declaración mediática.

Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK