Tranquilos, sabemos que en los primeros meses de vida de su hijo tienen las ojeras más grandes del mundo y se sienten como zombies por la vida, pero ¡sí hay luz al final del túnel! No intenten encontrar el hilo negro sobre el comportamiento de sueño de tu hijo: los niños no son robots que responden a un botón de encendido y apagado.

Cada bebé tiene un temperamento único y lo único que pueden hacer es entenderlo y respetarlo. Hoy conversaremos con Daniela Vásquez, coach en mejoramiento de la calidad del sueño, acerca de este tema.