El Metro de Quito es una obra que ha costado más de USD 2.000 millones. Después de intentos fallidos de inicio de operaciones, aún no entra en funcionamiento. Frente a esto, el concejal de Quito, Wilson Merino, propuso la creación de una comisión multipartidista para fiscalizar a los responsables de obstaculizar el proceso.

Foto: El Comercio

“La ciudad demanda transparencia, necesitamos entender lo que ha sucedido con esta obra de inversión”, afirmó el concejal de Quito, Wilson Merino. Con una comisión multipartidista, plantea que a través de procesos documentados y técnicos, se evalúe el contrato y los componentes del Metro. Señaló que cuando el exalcalde Rodas anunció que había renegociado el valor del contrato, en realidad eliminó el componente del sistema electrónico de recaudo, siendo actualmente el principal problema que presenta el proyecto de movilidad.

El Metro, según el concejal, ha sido utilizado para intereses políticos y para “satisfacer el ego” de las autoridades temporales. “Hay que concebir la movilidad como un derecho. Devolverles a los quiteños el tiempo que gastan en un tráfico desbordante”. Indicó que la primera muestra de ello es sacar a los concejales de los directorios de las empresas públicas para que no haya conflicto de intereses.

Merino detalló que la delegación mantendrá una postura fiscalizadora más allá de los informes y que esta debe tener una representación territorial del sector urbano y rural. Además de representatividad política y paridad de género. Hasta el momento, se cuenta con el apoyo de los concejales electos y el alcalde Pabel Muñoz.

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