Quito tiene un encanto singular. Asentada en dos laderas del volcán de Pichincha, se funde en el paisaje andino, a unos 2 800 metros de altitud. El relieve de la ciudad es accidentado, sus calles suben y bajan por el terreno. Todo esto se ve magníficamente desde los miradores.

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Cómo dice la canción, Quito es un edén de maravillas. Y qué mejor que observarla desde las alturas. Hoy en nuestras rutas lo llevamos a conocer la capital desde lo más alto.

Iniciamos en el Teleférico. El viaje, según sus visitantes, es una experiencia inolvidable. Parte desde las faldas del Pichincha sobre la Av. Occidental a la altura de la Av. La Gasca y sube una distancia en línea recta hacia Cruz Loma a 4 050 metros de altura. El trayecto tarda alrededor de ocho minutos y se puede apreciar todo el esplendor de la ciudad de Quito, sus hermosos paisajes y el crecimiento urbanístico que ha tenido con el pasar de los años.

Continuamos nuestro recorrido hacia el sur de Quito y nos quedamos en El Panecillo. Desde allí podemos observar el esplendor del casco colonial. Las luces anaranjadas del Centro Histórico llaman la atención de los visitantes que divisan desde ese punto una colorida Basílica.

Regresando hacia el norte nos colocamos en el Parque Itchimbía desde donde no solo vemos el Centro Histórico sino también el norte de la ciudad que ya muestra su modernización.

Y llegamos hasta el sector de la Guanguiltagua en norte de la ciudad. Subiendo hacia el Parque Metropolitano llegamos hacia un pequeño mirador que muestra todo el esplendor de la capital. Este se ubica en la parte superior de la Iglesia de Fátima que está ubicada en la Av. Eloy Alfaro y Portugal.

Así que ya sabe,si está pensando en una velada romántica con su pareja o quiere deleitarse con la vista de la ciudad con su familia puede visitar uno de los puntos de nuestra ruta de fin de semana.