El presidente del Ecuador, Rafael Correa, dijo hoy en el Vaticano que el mundo actual "es el imperio del capital", y afirmó que el "gran desafío del siglo XXI" es lograr la supremacía de las personas sobre el capital.

«Vivimos en un mundo que es el imperio del capital y el gran desafío del siglo XXI es lograr la supremacía de las personas sobre el capital», dijo Correa en un foro organizado en el Vaticano para conmemorar la publicación de la encíclica del papa Juan Pablo II «Centesimus Annus».

Correa agregó que «en las democracias occidentales (…) el dominio del mercado es tal que la calidad de la democracia se mide frecuentemente por la cantidad de mercado y todo lo alejado se llama populismo».

Criticó que habitualmente «las democracia de Asia, África y América» sean definidas «con adjetivos peyorativos», pero sostuvo que «sin embargo, si la esencia de la democracia es que el pueblo formado e informado sea el soberano, bastaría con el apoyo social al gobierno para determinar que un país como Bolivia es mucho más democrático que cualquier otro de Europa».

El acto en el que intervino el presidente conmemoró el 25 aniversario de la encíclica que examinó diversos asuntos políticos, económicos y sociales de su época, al término de la «Guerra Fría».

Está previsto que mañana sábado intervenga también en el evento el presidente de Bolivia, Evo Morales.

Correa agregó que las democracias occidentales deberían «llamarse democracias mediatizadas, porque los medios de comunicación han sustituido el estado de derecho por el estado de opinión».

«No importa lo que se haya propuesto en la campaña electoral, ni lo que el pueblo haya mandado en las urnas, sino lo que aprueben o desaprueben en sus titulares los medios de comunicación», condenó.

Y animó a debatir sobre «si una sociedad puede ser verdaderamente libre cuando la comunicación social y particularmente la información viene de negocios privados con finalidad de lucro».

Correa subrayó que «con el colapso del bloque soviético» se legitimó en los países occidentales y desarrollados «el capitalismo liberal» y «su expresión extrema, el neoliberalismo» que consideraba la mínima intervención del estado «como el más adecuado para el desarrollo».

«El mundo tenía el mejor sistema económico posible, el capitalismo liberal, y el mejor sistema político posible, la democracia liberal», ironizó.

Correa matizó que la realidad ha demostrado que con este sistema económico el mundo ha derivado «a niveles sin precedentes de desigualdades», que estánm provocando la muerte de las sociedades modernas.

«En su informe, ‘Una economía para el 1 %’, Oxfam señala que en el año 2015, 62 personas tuvieron más riqueza de 3.600.000.000 de seres humanos», citó Correa.

«La historia nos muestra que para lograr la justicia e incluso la misma eficiencia se necesitan manos bastantes visibles, se requiere de acción colectiva, de una adecuada intervención del estado con una sociedad tomando sus decisiones por medio de procesos políticos», agregó.

Destacó que en las sociedades modernas «el trabajo humano» es tratado «como una mercancía más», y sostuvo que «no es sólo el esfuerzo para la generación de riqueza sino una forma vital de llenar nuestra existencia».