Tras las denuncias que realizaron cientos de campesinos de los cantones Pujilí, Latacunga, Salcedo y Saquisilí, sobre la supuesta utilización de aparatos tecnológicos por parte de las brocoleras para evitar que llueva, el Consejo Provincial aprobó una medida regulatoria.

La denominada Ordenanza que prohíbe la utilización de tecnologías que alteren el ambiente en la provincia de Cotopaxi fue aprobada en sesión extraordinaria el pasado viernes 29 de abril en segundo y definitivo debate.

Su objetivo principal es, según las autoridades, «prohibir la utilización de cañones antigranizo, como acción preventiva para evitar que se violente el derecho a la Naturaleza o Pachamama de cualquier alteración del ambiente».

La medida, en su artículo 1, establece que es de aplicación obligatoria en todo el territorio de la provincia de Cotopaxi; teniendo por objeto la prohibición del uso y utilización de aparatos, equipos, herramientas, que emitan frecuencias, vibraciones, ondas, sustancias químicas o cualquier bien o tecnología que altere los ciclos naturales de la lluvia y sus efectos naturales, como acción preventiva para evitar se vulnere el derecho a la Naturaleza o Pachamama.

En el artículo 4 se dictamina que «el incumplimiento de la presente ordenanza dará inicio al levantamiento del respectivo expediente administrativo y demás normas, que dependiendo la magnitud e impacto o alteración ambiental se sancionara conforme a la legislación ambiental vigente y demás normas; en caso de detectar una infracción de naturaleza penal se derivará el caso a las autoridades competentes, sin perjuicio de las acciones de carácter civil a las que hubiere lugar».