Este viernes el Consejo de Participación Ciudadana presentó a la Fiscalía General una denuncia por un supuesto perjuicio al Estado en al menos USD 525 400 en una compra hecha por el Hospital Los Ceibos de Guayaquil.

Con estos antecedentes, para el Cpccs se habría cometido un presunto delito de peculado con una posible asociación ilícita en el mecanismo de fijación de precios superiores al mercado. Crédito: Twitter Fiscalía General del Ecuador.

Hoy, viernes 29 de mayo, el Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs) presentó a la Fiscalía General una denuncia por un supuesto perjuicio al Estado en al menos USD 525 400 en una compra hecha por el Hospital Los Ceibos de Guayaquil.

El Cpccs realizó una investigación en la compra de batas de manga larga y pantallas faciales de protección hecha por ese Centro de Salud. El contrato que se investigó fue el No. 002-E-2020, de 13 de abril de 2020, entre el Hospital General del Norte de Guayaquil Los Ceibos y la empresa HOSPILINK S.A.

Según la unidad de investigaciones del Cpccs, se adquirieron 240 000 batas manga larga, talla grande y mediana a un valor unitario de USD 4,45 y 10 000 pantallas faciales por un valor unitario de USD 9,37. Esto dio un total de USD 1 161 700.

En un comunicado del Cpccs se señala: “La investigación compara esa compra con una similar del Hospital del Día Sangolquí, realizada el mismo mes, donde se compran las batas manga larga talla grande a un valor unitario de USD 2,49 y en el mes de mayo se compran las pantallas faciales en USD 3,87 cada una«.

Con ese mecanismo, esta entidad determina que el presunto sobreprecio sería de 78% en batas y 142% en las pantallas de protección.

La denuncia fue presentada por el Procurador judicial del CPCCS. En ella se señala a ocho implicados que participaron en el proceso administrativo en el hospital incluido el contratista.

Con estos antecedentes, para el Cpccs se habría cometido un presunto delito de peculado con una posible asociación ilícita en el mecanismo de fijación de precios superiores al mercado.

Fuente: El Comercio-Nota original: LINK