La crisis sanitaria que atraviesa la capital se agrava con el colapso del cubeto 10 en el relleno sanitario El Inga, el cual ya cumplió su vida útil. Maricruz Hernández, gerente de la EMGIRS, explicó que se está trabajando en áreas aprovechables y que la construcción de un nuevo espacio para el depósito de desperdicios tomaría hasta 6 meses.

Créditos: El Telégrafo

En Notimundo al Día, Maricruz Hernández, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS), reconoció la crítica situación en que se encuentra la ciudad, pero señaló que este es un problema que se acarrea desde hace 20 años en el relleno de El Inga.

Expresó que la sesión del Concejo Metropolitano, del pasado 22 de marzo, fue «bastante compleja», debido a los cuestionamientos que se presentaron por parte de los ediles. No obstante, Hernández recordó que desde hace 2 meses asumió la gerencia de Emgirs, por lo que no se pueden dar respuestas ni soluciones inmediatas, aunque «estamos tomando medidas» para hacer ciertas correcciones.

La funcionaria informó que en el cubeto 10 del relleno de El Inga se reciben las cerca de 2.200 toneladas de basura que produce al día la capital, desde abril hasta diciembre de 2021, lo cual significa que cumplió con su vida útil. Al momento, se está disponiendo la basura en zonas aprovechables del relleno, previstas en un estudio realizado en 2017. «Son zonas entre cubetos y estamos lanzando un nuevo estudio que pretende determinar la estabilidad de los taludes para verificar nuevas zonas aprovechables», señaló Hernández.

Asimismo, informó que ya está en el portal de compras públicas el proceso de una consultoría para el diseño del cubeto 11, que le dará a Quito un nuevo sitio para disposición de desechos sólidos hasta 2024. Mientras tanto, se ejecutan otras acciones como el proceso de expropiación de un terreno aledaño al relleno, que servirá durante otros 6 meses.

Hernández explicó que los lixiviados que se producen del tratamiento de la basura debían ser tratados in situ por la empresa contratada, sin embargo, esta planta de tratamiento no funcionó correctamente, por lo que tuvieron que ser llevados a otros sitios autorizados.

Finalmente, Hernández indicó que de declararse la emergencia, se acortaría el tiempo para la contratación del nuevo cubeto, pero que al momento no cuentan con los estudios pertinentes por lo cual no sería viable esta opción. «En tiempos normales tomaría 6 meses la construcción del cubeto, durante la emergencia sería de 3», acotó.

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