Al menos 43 personas han muerto en Venezuela desde 2016 por falta de tratamiento para la hemofilia, un mal cuya mortalidad se ha reducido drásticamente en la mayor parte del mundo, denunciaron el viernes (20 de julio del 2018) dos ONG.

EFE

La mitad de los fallecidos eran niños que no pudieron acceder a las medicinas necesarias para controlar la enfermedad, detalló Antonia Luque, presidente de la Asociación Venezolana de Hemofilia (AVH), en una rueda de prensa. «Es necesario que el Estado acepte la apertura de un canal humanitario» para el ingreso de los coagulantes sanguíneos y demás fármacos requeridos, señaló la activista.

Se estima que en Venezuela unas 5 000 personas padecen de hemofilia y otros trastornos de coagulación, de las cuales 212 se encuentran en «situación crítica», agregó. De acuerdo con Luque, cerca de 60 de estas personas se vieron obligadas a salir del país para recibir tratamiento, especialmente hacia Colombia, Perú, Ecuador y Argentina.

La Federación Farmacéutica ha estimado en un 85% la escasez de medicinas en Venezuela, un problema que asciende a prácticamente el total de las medicinas para enfermedades crónicas, en medio de una de las peores crisis económicas que haya enfrentado el país petrolero.

«No sólo tenemos falta de medicamentos para tratar las enfermedades crónicas, sino que estamos luchando con el deterioro de los centros hospitalarios, la escasez de insumos y la diáspora de personal especializado» con la migración de médicos, agregó Luque. En la misma conferencia de prensa, César Garrido, representante en el país de la Federación Mundial de Hemofilia, contrastó la situación de esta enfermedad en Venezuela con la del resto del mundo.

Fuente: El Comercio