En un mundo de locuras sin fronteras, Colombia optaba el domingo pasado por dar un salto al vacío o ser ejemplo para el planeta. Ganó la primera opción. El 50,2% decidió votar en contra del acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC. La abstención, de más del 60%, y la pésima imagen de la guerrilla han sido determinantes en el resultado de la votación, que ninguna encuesta supo predecir.

EFE

Colombia se adentra en un limbo plagado de incertidumbre. Nadie sabe con exactitud qué va a ocurrir a partir de ahora.

Después del triunfo del «No» en el plebiscito celebrado el pasado domingo en Colombia que buscaba refrendar el acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las FARC en La Habana, al país vecino le quedarían cinco escenarios alternativos, que ya suenan con mayor fuerza y sobre los que negociarán las fuerzas políticas.

Según la BBC, el primer escenario es renegociar la paz y retomar las mesas de diálogo en el que se incluyan otros sectores políticos y sociales. Eso es lo que pedía el Centro Democrático, la formación del ahora senador y expresidente Álvaro Uribe, quien durante la campaña por el «No» buscaba revisar los acuerdos para modificar esencialmente los puntos de justicia que permitían evitar penas de prisión y los de participación política de las FARC. Uribe, poco después de conocidos los resultados de la consulta popular, se mostró dispuesto a participar de un «gran pacto nacional», y dijo estar dispuesto a «contribuir» en un nuevo intento por alcanzar la paz.

La segunda opción sería convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para incluir determinadas clausulas dentro de la nueva Carta Magna que permitan viabilizar lo pactado. Esta, según Santiago Basabe, analista político, es un poco complicada implementarla porque Colombia se ha caracterizado por tener instituciones sólidas y una Constitución bien estructurada.

Un tercer escenario sería que el Congreso implemente lo acordado de forma autónoma. Sin embargo, para algunos expertos es una opción inviable porque jurídicamente las leyes que salgan de esta instancia las tiene que controlar la Corte Constitucional y las tiene que sancionar el Presidente.

Mientras tanto, un cuarto y quinto escenario que se debaten son: dilatar el proceso de paz y volver a la guerra. Algo que en la cabeza del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, no está. Él aseguró que convocará a todas las fuerzas políticas del país para abrir espacios de diálogo, y que no se rendirá,  y seguiré buscando la Paz hasta el último día de su mandato. De su lado, las FARC, por medio de un comunicado emitido desde La Habana (Cuba), reafirmaron que en sus frentes guerrilleros de todo el país permanecerá el cese al fuego bilateral y definitivo e hicieron un llamado a los movimientos sociales y políticos del país a respaldar el acuerdo final para la construcción de una paz estable y duradera.