Cuba y la UE están muy cerca de cerrar el acuerdo bilateral que negocian desde hace casi dos años y esperan poder concluir el documento durante la visita a la isla la próxima semana de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que tiene el propósito de reavivar el diálogo político de alto nivel.

Los jefes negociadores de las dos partes se mostraron muy optimistas sobre los «avances significativos» logrados al finalizar hoy en La Habana la séptima ronda de negociaciones para un acuerdo de diálogo político y cooperación, iniciadas en abril de 2014.

El texto está «sumamente avanzado» y solo pendiente de algunas «precisiones políticas», afirmó hoy el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Abelardo Moreno, quien apuntó la posibilidad de que el documento del acuerdo se cierre la próxima semana, durante la visita de la Alta Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores.

Su contraparte en las conversaciones, el secretario general adjunto para Asuntos Económicos y Globales del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler, señaló que en los próximos días, hasta la visita de Mogherini, se intensificarán los intercambios y las consultas políticas en La Habana y Bruselas.

«Si podemos avanzar en esos intercambios para finalizar un acuerdo, claro que estaremos muy contentos», precisó más cauto.

A falta de las precisiones que quedan por cerrar, Cuba y la UE tienen casi ultimado un texto que recoge un «acuerdo marco integral» que servirá de «plataforma sólida» sobre la que desarrollar la relación bilateral, explicó Leffler.

El funcionario comunitario indicó que con el acuerdo bilateral que están a punto de cerrar «no tiene mucho sentido mantener la posición común», la restrictiva política comunitaria -impulsada en 1996 por en entonces presidente del Gobierno de España, José María Aznar (derecha)- que condiciona el diálogo con la isla a avances democráticos y de derechos fundamentales y que sigue vigente.

No obstante, matizó que los objetivos de acompañar «procesos de cambio» en Cuba, «en materia económica, social, política y también en derechos humanos» siguen siendo el «elemento central» de la política europea hacia la isla.

«Estimamos que con un futuro acuerdo-marco tendremos una posición más sólida para avanzar en ese proceso y acompañar realmente esos cambios en el país, a través de una mayor cooperación y diálogo», subrayó Leffler.

Además de impulsar el acuerdo bilateral, la visita de Mogherini a la isla, los días 10 y 11 de marzo, tiene como objetivo celebrar una nueva sesión de diálogo político de alto nivel, que las partes acordaron reanudar en abril del año pasado, después de que esos contactos fueran suspendidos por la UE en 2003 a raíz de la oleada de represión en la isla conocida como la «Primavera Negra».

Mogherini, que ya visitó la isla el marzo del año pasado para acelerar las negociaciones del acuerdo bilateral, encabezará junto con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, esa sesión de alto nivel, que incluye un diálogo estructurado sobre derechos humanos.

Según fuentes europeas, la idea es que las discusiones dentro de ese diálogo estructurado sobre derechos humanos queden enmarcadas en el futuro pacto bilateral.

Al respecto, el viceministro cubano señaló hoy que el tema de los derechos humanos, uno de los aspectos más críticos de la negociación, ha quedado plasmado «de una forma aceptable para ambas partes», con el compromiso mutuo de promover «todo tipo de derechos».

«La palabra todos es muy importante porque nos estamos refiriendo a la necesaria interrelación que existen entre los derechos humanos de carácter civil y político y los derechos humanos económicos sociales y culturales», agregó Moreno.

El funcionario cubano también expresó su satisfacción con que en el apartado «propósitos y principios» del texto, Cuba y la UE se comprometen a no actuar en contra de los preceptos constitucionales ni legales de las partes y reconozcan «el derecho de los pueblos a determinar libremente» su sistema político, económico o cultural.

La sintonía de las partes en esta cuestión implica un fuerte espaldarazo a un inminente acuerdo, ya que los capítulos del documento sobre cooperación económica y el comercio ya quedaron concluidos en la última tanda de negociaciones, el pasado diciembre en Bruselas.

A pesar de que Cuba es el único país de Latinoamérica con el que el bloque comunitario no tiene aún un acuerdo bilateral, eso no ha impedido que, desde 2008, cuando retomaron contactos, la mitad de los países de la unión haya suscrito convenios de cooperación y la UE haya destinado más de 110 millones de dólares de ayuda a la isla.

Además de su segundo socio comercial, la UE es el mayor inversionista extranjero en la isla y tercero en llegada de turistas (detrás de Canadá y América Latina).