Fernando Morales, concejal de Quito, explicó que de las casi 7 mil alcantarillas y rejillas de sumideros que han sido sustraídas, en la planificación institucional solo se prevé reponer mil y, en un segundo proceso, 2 mil. «¿Qué pasas con las otras 4 mil alcantarillas que están pendientes?», se cuestionó Morales.
Asimismo, propuso varias soluciones que se deberían implementar desde la municipalidad para evitar el robo de este recurso como implementar controles y monitoreos con diferentes entidades y la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps); denuncias por parte de la ciudadanía y sanciones estrictas para quienes roban, venden o compran este tipo de materiales.
Además, manifestó que se deberían adquirir alcantarillas que sean fabricadas de otros materiales como plásticos y adelantó que desde el Municipio se tendría que iniciar con los términos de referencia para continuar con el proceso adecuado.
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