Siete de los ocho candidatos presidenciales de Ecuador protagonizaron hoy un acalorado debate, en el que estuvo ausente el oficialista Lenin Moreno y el presidente Rafael Correa fue el blanco de la mayoría de dardos lanzados por sus opositores.

Organizado por la Cámara de Comercio de Guayaquil, el debate, emitido por varias cadenas de radio y televisión, contó con la participación de la candidata socialcristiana Cynthia Viteri, el centroderechista Guillermo Lasso, el socialdemócrata Paco Moncayo, los populistas Abdalá «Dalo» Bucaram y Patricio Zuquilanda, y los independientes Iván Espinel y Washington Pesántez.

Según la Agencia EFE, el debate es el primero que se organiza con vistas a los comicios presidenciales y legislativos del próximo 19 de febrero, cuando 12,8 millones de ecuatorianos, facultados para votar, elegirán al sucesor de Correa, quien lleva diez años en el poder.

Y aunque hubo también atisbos de confrontación entre Viteri y Lasso, que pugnan por el segundo lugar en las preferencias de votos según algunas encuestas, ambos arremetieron al final contra Moreno, que va primero en los sondeos.

«Dalo» Bucaram, hijo del expresidente Abdalá Bucaram, en un momento de su intervención pidió a los otros candidatos, especialmente a Viteri y Lasso, que dejaran de pelear y se enfocaran en sus propuestas.

Él, por ejemplo, dijo que no permitirá la precarización del trabajo, que brindará incentivos tributarios a la empresa privada que genere empleo en beneficio de sectores vulnerables y propuso crear una Comisión de la Verdad para que investigue la corrupción actual y del pasado.

«Tenemos que construir un país en que las diferencias se conviertan en fortalezas», dijo Bucaram, que conminó a los votantes a elegir el día de los comicios «entre el odio y la paz».

EFE indicó, además, que el exbanquero Lasso puso fin a los ataques de Viteri, al recalcar que ella no era su enemiga y que no iba a caer en la pelea planteada, e insistió en su propuesta de generación de un millón de empleos en su eventual administración de cuatro años.

El día de los comicios hay dos opciones, o se da el voto «por la crisis económica o por el cambio», dijo Lasso que se autocalificó como «líder de la oposición».

El independiente Pesántez, un exfiscal general del país, habló como otros de establecer el trabajo por horas, de exoneración de tributos y de impulsar el potencial agrícola del país para mejorar la economía y fortalecer la dolarización.

Propuso convocar a una Asamblea Nacional Constituyente y pidió a los votantes «reemplazar un modelo de diez años» impuesto por Correa y luchar por la «unidad, para sacar al país adelante».

Patricio Zuquilanda señaló como parte del programa de su eventual gobierno el trabajo por horas, crear una flota pesquera de alto calado, fomentar una industria de energía solar y atraer a la banca internacional para reducir el costo de los créditos.

También propuso la política de «jueces sin rostro» para castigar delitos como la corrupción y restituir la política de visados para regular la entrada de inmigrantes.

Iván Espinel, por su parte, criticó al candidato ausente y a los partidos tradicionales que participaron en el debate, e insistió en su «Ley bisturí» contra la corrupción, que incluiría penas de hasta 40 años de prisión por malversación de fondos públicos.

Propuso una consulta popular sobre la restitución de la pena de muerte en casos de violación y asesinato de menores, así como eliminar una tabla para el porte mínimo de los consumidores de drogas.

El socialdemócrata Paco Moncayo señaló que con una política de construcción de obras públicas el Estado podría generar 285.000 empleos y ofreció cambiar la matriz productiva del país con la industrialización del sector agrícola, entre otras medidas.

Propuso la creación de una «Comisión cívica anticorrupción» y de veedurías ciudadanas para el control del sector público, y dijo que el 19 de febrero será un momento «crucial» para los ecuatorianos. «No queremos volver al pasado», apostilló.

La conservadora Cynthia Viteri prometió atraer la inversión privada para generar trabajo y criticó a Lasso por prometer empleo pero haber despedido a personal de su entidad bancaria.

Viteri ofreció derogar la Ley de Comunicación, llamar a una alianza internacional contra el narcotráfico e ir a una consulta popular para «liberar a la justicia» y alcanzar la «independencia a organismos de control».

La candidata llamó a sus compatriotas a votar «por la esperanza» en los comicios de febrero.