El deporte es una válvula de escape de niños y jóvenes damnificados por el terremoto que afectó la costa norte de Ecuador el pasado abril y que dejó más de 600 fallecidos y miles de personas en albergues por la pérdida de sus casas.

Los deportistas manabitas dejan a un lado el dolor que significó, para muchos de ellos, perder sus hogares y prefieren enfocarse en practicar una de las diferentes disciplinas que se desarrollan en el complejo La California de Portoviejo, que es propiedad de la Federación Deportiva Provincial de Manabí.

El presidente de la Federación Deportiva Provincial, el también árbitro profesional de fútbol Carlos Vera, en dialogó con ANDES, comentó lo qué están haciendo para que las actividades no se detenga y el deporte sirva como una vía de escape para los atletas que asisten todos los días al complejo.

“El complejo sufrió afectaciones fuertes producto del terremoto del 16 de abril, pero en base a la unión, al esfuerzo y trabajo de todos los que hacemos la Federación estamos tratando de retornar a la normalidad”, comentó Vera, quien es presidente del organismo provincial desde septiembre del año pasado.

Vera se refirió al edificio donde funcionaba el ajedrez, al muro de escalada, la residencia de deportistas y el coliseo, entre otros. Para remediar en algo la situación se adaptó las canchas de tenis bajo techo para las disciplinas de lucha olímpica y gimnasia.

Pero la principal preocupación de las autoridades de la Federación son los deportistas, por eso se hizo lo necesario para precautelar el bienestar de ellos. “Hemos trabajado, sobre todo con los atletas que más afectaciones tuvieron, estuvimos con ellos con el departamento médico, les llevamos víveres y la sicóloga hace un trabajo personalizado con cada uno de ellos”, comentó Vera.

Esa predisposición la comparten los entrenadores de los diversos deportes que se practican en el principal recinto de Portoviejo donde se practica actividad física y que por la calamidad natural paso a ser también centro de acopio de víveres y albergue.

“Estamos trabajando con ellos en la parte deportiva porque el deporte les libera de la tensión y la presión que tienen con respecto al tema del terremoto. Los padres están de acuerdo porque es un modo de distracción. Fuera de lo competitivo les permite no estar pensando en lo que ocurrió”, señaló Sonia Veliz, entrenadora de lucha olímpica.

Haciendo giros, corriendo, saltando, dando batazos en la cancha de béisbol, jugando al fútbol o cicleando es como los niños y jóvenes manabitas tratan de dejar de lado los momentos difíciles que vivieron en abril pasado.