Manuel Jibaja, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo, explicó que a un año de la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, los médicos han estudiado de mejor manera la recuperación de los pacientes con coronavirus. Aseguró que una de las secuelas más frecuentes que produce el virus es el síndrome de cansancio y debilidad, sobre todo en las personas que se recuperaron en las Unidades de Cuidados Intensivos.

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En NotiMundo Al Día, el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo, Manuel Jibaja precisó que existe una complicación en los pacientes que han permanecido en cuidados intensivos y bajo sedación mucho tiempo, denominada neuropatía, donde el sistema nervioso periférico impide que exista una movilidad normal, durante semanas o incluso meses.

Además, Jibaja indicó que en los infectados que presentaron neumonía, los efectos posteriores a la enfermedad se traducen en dificultades respiratorias graves. Además, indicó que también las personas recuperadas del virus manifiestan trastornos psicológicos, como la depresión, pérdida de concentración y dificultad para dormir. Así también, dolores articulares o de cabeza.

Por otro lado, el galeano subrayó que, otro tema del que nadie habla, es de las consecuencias psicológicas conductuales que presenta el personal de cuidado intensivo por atender a los contagiados. Indicó que esto cada vez es más frecuente y que no tiene el tratamiento adecuado.

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