1 621 colegios educación secundaria del país fueron evaluaron el año pasado, los cuales serán categorizados desde la A hasta la E en junio próximo.

El propósito de las pruebas Ser Bachiller no solo es medir el nivel de conocimiento de los estudiantes, sino que incluye el test Encuesta de Factores Asociados al Aprendizaje, que permite conocer el contexto social y familiar de los chicos, sus hábitos de estudio y satisfacción. Estas pruebas ayudarán a mejorar los indicadores educativos del país, que  se realizaron el año pasado y en ellos fueron evaluados 1 621 colegios educación secundaria del país, los cuales serán categorizados desde la A hasta la E en junio próximo.

Así lo confirmó Harvey Sánchez, director del Instituto Nacional de Evaluación (Ineval), quien explicó que identificar a nivel local las deficiencias del sistema educativo nacional (fiscal, particular o fiscomisional) es clave para mejorar los indicadores de educación del país.

Imagen referencial Shutterstock
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Para el Ineval, es esencial romper la tendencia del decrecimiento de la educación en Ecuador. Porque en 2013 se reflejó que el 64,4 % de los estudiantes no alcanzaba los niveles elementales, y el 28 % apenas llegaba al nivel elemental, el 7,6 % fue satisfactorio y el 0,01 % excelente. En 2014 el porcentaje se redujo al 26,8 %, y esos estudiantes que no alcanzaban el nivel elemental se sumaron a los satisfactorios.

La Encuesta de Factores Asociados al Aprendizaje busca conocer el contexto del estudiante y por qué ciertos de ellos obtienen la mejor puntuación. También permite  saber cuáles son las estrategias pedagógicas de aquellos que alcanzan buenos estándares es clave para replicarlo. Con la encuesta se puede conocer el tiempo que invierten estos alumnos para trasladarse al colegio, sus hábitos de estudio, su alimentación, las expectativas de estudio de sus padres y su condición económica. Según Sánchez, hay estudiantes que tienen un alto desempeño académico, pero esto no depende del establecimiento educativo al que pertenecen, sino al factor socioeconómico.

Con respecto a los planteles, se mide cuáles son sus características en términos de equipamiento e infraestructura, pero también es determinante conocer a qué nivel de servicios tienen acceso los estudiantes, internet, por ejemplo. También se toma en cuenta la calidad de los docentes (títulos, capacitación). Sánchez aclaró que “esto nos permite conocer el esfuerzo que realiza cada unidad educativa y se califica sobre 1 000 puntos. A escala nacional registramos que en este grupo está cerca del 10 % de las instituciones secundarias” Y recalcó que “está previsto que en junio próximo se inicie el proceso para categorizar desde la A hasta la E a todos los establecimientos del país”.