La Conferencia Episcopal de Nicaragua informó este miércoles 13 de junio que el próximo viernes se reanudará el diálogo nacional, suspendido el pasado 23 de mayo por falta de consenso, para buscar una salida pacífica a la crisis sociopolítica que ha dejado al menos 146 muertos desde el 18 de abril.

EFE

«En dicha mesa (de diálogo) estaremos dando a conocer a la comunidad nacional e internacional la propuesta que presentamos al señor presidente y la carta que él nos ha enviado con su planteamiento, lo que someteremos a debate para buscar un consenso», anunciaron los obispos en un comunicado.

Explicaron que «el día de ayer martes hemos recibido la respuesta del Presidente de la República a las propuestas que, recogiendo el sentimiento de diversos sectores de la sociedad y de la inmensa mayoría de los nicaragüense, le presentamos en el encuentro que sostuvimos el pasado jueves 7».

Los obispos, que actúan como mediadores en la crisis, explicaron que tras recibir la respuesta de Ortega sobre su propuesta para «democratizar el país», decidieron convocar «a la mesa plenaria del Diálogo Nacional para el próximo viernes 15 de junio a las 10.00 AM en el Seminario Nuestra Señora de Fátima». El comunicado fue publicado en la cuenta de Twitter del obispo de Managua, Silvio José Báez.

Los obispos plantearon el pasado 7 de junio a Ortega una hoja ruta para poner fin a la crisis más sangrienta que vive el país centroamericano desde los años de 1980, y el mandatario les pidió unos días para reflexionar sobre la propuesta.

Ante la falta de noticias, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos, anunció el martes la convocatoria de un paro nacional para este jueves, para tratar de presionar a Ortega y exigir «el fin de la violencia» y la vuelta al diálogo.

El diálogo fue suspendido poco después de haberse iniciado a mediados de mayo tras la propuesta de los sectores de oposición de adelantar las elecciones, algo que el Gobierno tildó de golpe de Estado.

Las protestas contra el presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del líder, después de once años en el poder, con acusaciones de supuesto abuso y corrupción por parte de la oposición política.

Fuente: El Telégrafo