Independiente llegó al hotel San Fernando Plaza de Medellín escoltado por un auto de la Policía. En las afueras del lugar lo esperaban menos de 10 hinchas recién llegados de Quito y una treintena de periodistas locales y ecuatorianos.

El Telégrafo

En la fresca noche de lunes en la Ciudad de la eterna primavera, los jugadores que sorprendieron al país y al continente al llevar al equipo de Sangolquí a la final de la Copa Libertadores pasaron uno por uno rumbo al interior del hotel evitando dar declaraciones.

¡Mina¡ ¡Angulo! ¡Un ratito! ¡Cabezas! ¡Brian! (que son el mismo) eran los llamados de los comunicadores paisas. Los jugadores rayados pasaban de largo, incluso el DT Pablo Repetto solo saludó y entró a la que será su casa solo por esta semana. Se entendía que era una disposición del cuerpo técnico no atender a la prensa ni a los pocos hinchas presentes hasta que Junior Sornoza se acercó a los micrófonos para decir entre otras cosas que su equipo va a dar dura pelea en el césped del Atanasio Girardot de Medellín.

«Vamos a jugar concentrados los 90 minutos y a tratar de hacer daño al contragolpe que es lo que mejor hacemos», pronosticó. Sornoza se dio tiempo para hablar con todos mientras sus compañeros, excepto Jonathan González, prefirieron descansar pronto después del vuelo chárter que tomaron en Tababela. «Al pueblo de Ecuador quiero decirle que vamos a dejar todo en la cancha, que intentaremos volver con la copa en las manos», expresó el número 10 del cuadro sangolquileño.

Afuera del estadio hay una pancarta que dice Atlético Nacional campeón, ¿qué opinas de eso?, le preguntó un periodista local a González. Él, que jugó al cambio en Quito y que es nuevamente parte del equipo desde la llave contra Boca Juniors, respondió: «Bienvenido sea que piensen así para nosotros sorprender con lo que hagamos». Sornoza y González, jugadores formados en la cantera del Valle, permitieron a quienes viajaron hasta el hotel (poner ubicación) escuchar el pensamiento de los finalistas de esta edición de la copa que será recordada por ser la primera disputada entre clubes del Pacífico.

Y será especial para Ecuador si Independiente se corona como campeón. Michel Deller, el dirigente más visible del club, y Repetto prometieron que hablarían esta mañana. Compartieron con amigos, familiares de los dirigentes y miembros del cuerpo técnico en el lobby del hotel. Los jugadores se dirigieron a sus habitaciones y no volvieron a aparecer. No hubo cánticos, pero seguramente los integrantes de Independiente los querrán la noche de hoy, cuando va a jugar con hinchada en contra. «No hay que dejar de creer», señaló el coordinador Santiago Morales.