Una caravana de casi siete mil integrantes que partió de la ciudad sureña de Tapachula, México, ha sido disuelta, según un comunicado difundido este sábado por el Instituto Nacional de Migración (INM) de México.

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A los migrantes, que estaban camino a la Ciudad de México, se les entregó un documento migratorio que acredita su permanencia regular en México, según el INM.

La autoridad migratoria de México sostuvo conversaciones con voceros de la caravana y representantes de Centroamérica, Venezuela, Haití y otros países.

El INM dijo que “con los acuerdos alcanzados gracias a nuestras conversaciones se evita que los migrantes sean víctimas de delincuentes que se dedican a la trata de personas o traficantes que exponen a los migrantes a condiciones inseguras”.

Una fuente de ACNUR le dijo a CNNE el viernes que la caravana de migrantes en México que se dirigía a la frontera con Estados Unidos se dividió en grupos y tenía entre 2.300 y 3.000 personas.

Muchos de los migrantes eran de Venezuela, y muchos de ellos familias con niños. Había al menos tres grupos diferentes divididos entre las ciudades de Huixtla, Mapastepec y Escuintla en el estado mexicano de Chiapas. Un gran número de ellos estaba a la espera de tramitar los documentos migratorios para continuar su viaje a EE.UU.

A principios de esta semana, Human Rights Watch (HRW) publicó un informe el 6 de junio que indica que los migrantes y solicitantes de asilo que ingresan a México a través de su frontera sur enfrentan abusos y luchan por obtener protección o estatus legal.

La mayoría de los migrantes y solicitantes de asilo dijeron que no intentan solicitar protección en un cruce fronterizo oficial por temor a que los agentes del INM los deporten, según el informe de HRW.

Algunos migrantes y solicitantes de asilo dijeron a HRW que “buscaron protección en la frontera y fueron rechazados por agentes del INM o guardias de seguridad. Muchos dijeron que los agentes del INM los disuadieron de buscar el estatus de refugiado en México y los presionaron para que aceptaran retornos voluntarios a sus países».