Estados Unidos advirtió este martes que "todas las opciones" están sobre la mesa, luego de que Corea del Norte lanzó un misil que sobrevoló territorio japonés, desatando la alarma internacional.

El Telégrafo

«Las acciones amenazadoras y desestabilizadoras solo aumentan el aislamiento del régimen de Corea del Norte en la región y entre todas las naciones del mundo», dijo la Casa Blanca en un comunicado. «Todas las opciones están sobre la mesa», agregó el texto.

Se trata del primer proyectil norcoreano que sobrevuela territorio de Japón en años. En julio, Pyongyang ya probó dos misiles balísticos intercontinentales.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá urgentemente a petición de Washington y Tokio, después de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, denunciara «una amenaza grave y sin precedentes».

El embajador norcoreano en la ONU, Han Tae-Song, alegó el «derecho a la autodefensa» frente a las «intenciones hostiles» de Estados Unidos, al participar en maniobras militares junto a Seúl. El misil provocó alarma en Japón.

Las sirenas sonaron en el norte y millones de ciudadanos recibieron un mensaje del gobierno en su móvil que decía: «Disparo de misil. Manténganse a cubierto».

El tráfico ferroviario estuvo suspendido de forma temporal. El misil de este martes fue lanzado desde Sunan, cerca de Pyongyang, a las 05:57 locales (15:57 hora de Ecuador), y sobrevoló Japón, explicó el Estado Mayor surcoreano.

El proyectil recorrió 2.700 kilómetros alcanzando una altitud máxima de 550 kilómetros antes de hundirse en el Pacífico. Fue disparado hacia el este, y no en dirección de la isla de Guam, una importante base estadounidense a 3.500 kilómetros de Corea del Norte.

Tomar una «decisión fuerte»

La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, afirmó este martes que debería tomarse «una decisión fuerte» con Corea del Norte. «Suficiente es suficiente», afirmó la embajadora. Pyongyang «ha violado todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que aprobamos y creo que debemos tomar una decisión fuerte», destacó Haley ante la prensa.

Interrogada sobre la posibilidad de aprobar nuevas sanciones, evitó responder e insistió en la necesidad de «seguir trabajando» con China y Rusia. Ambos países son los apoyos más cercanos que tiene Corea del Norte.

Tras el disparo, Shinzo Abe reiteró que el presidente de Estados Unidos Donald Trump, enfrascado en una pugna retórica con Pyongyang sobre su programa armamentístico, dijo que Washington estará junto a su aliado japonés.

Después de entrevistarse por teléfono durante 40 minutos, ambos dignatarios acordaron «aumentar la presión sobre Corea del Norte», dijeron el primer ministro japonés y la Casa Blanca. Por su parte, China, principal aliado y socio comercial de Corea del Norte, llamó a todas las partes a mantenerse prudentes.

Aunque la situación ha llegado a un «punto de inflexión», las «presiones y las sanciones» contra el régimen comunista de Pyongyang «no pueden resolver el problema», aseguró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying. Rusia se manifestó «extremadamente preocupada» y denunció una «tendencia» a la «escalada» en la crisis.

Este lanzamiento se produce un par de días después de que Pyongyang probara tres misiles de corto alcance, que fueron considerados como una provocación ante el ejercicio militar conjunto anual que realizan Estados Unidos y Corea del Sur.

Los dos aliados presentan estas operaciones como defensivas, pero para Pyongyang son en realidad un ensayo para invadir su territorio.

Escalada

El lanzamiento de este martes representa una escalada significativa por parte de Pyongyang, que este mes había amenazado con lanzar proyectiles hacia la isla de Guam. Un ataque de este tipo tendría que pasar necesariamente sobre el archipiélago de Japón.

El líder norcoreano, Kim Jong-Un, se distanció este mes del presunto plan para golpear Guam y dijo que podía esperar, pero advirtió que para esto era «necesario que Estados Unidos tome la opción correcta».

«Parecía que Corea del Norte había dado marcha atrás en el juego del más fuerte», estimó Cha Du-Hyeogn del Instituto Asan de estudios políticos, en Seúl. «Pero Pyongyang (…) demuestra que no se ha desinflado», añadió.

El régimen norcoreano realizó dos pruebas de misiles balísticos intercontinentales en julio, que parecen haber puesto a su alcance buena parte del territorio de Estados Unidos, a lo que Trump reaccionó advirtiendo que Washington podía responder con «fuego e ira».

Pyongyang ha avanzado rápidamente en su tecnología militar, un programa que le ha valido un endurecimiento de las sanciones por parte de la ONU.

El Consejo de Seguridad adoptó el 5 de agosto por unanimidad un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte por disparar un misil con la capacidad de alcanzar territorio estadounidense.

Fuente: El Telégrafo