En el foro liderado por el asambleísta Jorge Yunda (AP) se consideró reformar la normativa, pero no su eliminación.

El Telégrafo

A la convocatoria del asambleísta Jorge Yunda (Alianza PAIS) acudieron ayer periodistas, funcionarios de la Secretaría de Comunicación (Secom) y de la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom) y artistas. Participaron en un foro donde se debatió sobre los avances y desafíos de la Ley Orgánica de Comunicación (LOC).

El salón José Mejía Lequerica de la Asamblea fue el lugar escogido por estudiantes del Colegio Municipal Benalcázar, asambleístas y ciudadanía para hablar sobre la LOC, que el domingo pasado cumplió 4 años de vigencia. Los invitados estuvieron de acuerdo en que, si bien esta ley debe perfeccionarse, no tiene que ser eliminada. Haciendo hincapié en sus funciones como comunicador, el asambleísta Yunda aclaró que su presencia se centra en la mediación y que no tomaría postura política alguna.

Dijo que una de sus propuestas se centrará en que el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom) permita el acceso, entre sus miembros, a ciudadanos y académicos. “Hay mucha representación Ejecutiva y política que al momento de juzgar podrían guiarse por un sesgo”, acotó.

Alex Mora, secretario de Comunicación, destacó la voluntad que tiene el presidente Lenín Moreno de analizar, revisar y reformar la LOC que “ha defendido y ha consagrado los derechos de la ciudadanía”.

En este sentido afirmó que el Ejecutivo establecerá una mesa de diálogo para tratar el tema de la información y la comunicación que, si bien debe integrar a periodistas, comunicadores y medios, los principales invitados son los miembros de la sociedad civil y de organizaciones sociales a quienes protege esta ley. Reconoció el aporte que Centro Democrático (CD) presentó a la Asamblea Nacional sobre este tema.

Sin embargo señaló que el Ejecutivo planteará otra propuesta que recoja las diferentes aspiraciones ciudadanas porque CD habría realizado su planteamiento en conjunto con personas involucradas en la comunicación, pero habría dejado de lado las voces ciudadanas.

Fuente: El Telégrafo