Los más de 3 mil beneficiarios que desertaron y quienes no culminaron la carrera en los plazos establecidos deberán devolver todo el monto recibido, pagar los intereses generados y afrontar las respectivas penalidades, como estipulan cláusulas del contrato.

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La Comisión de Educación recibirá en comisión general a los representantes de las Universidades y Escuelas Politécnicas a fin de buscar alternativas que garanticen los presupuestos de las instituciones de educación superior. Crédito: Shutterstock. Crédito: Shutterstock.

Desde 2010 hasta enero de 2019, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) entregó 27.721 becas. De esa cifra, 3.741 estudiantes desertaron (13,5%) o incumplieron las cláusulas estipuladas.

Eso significa que de cada 10 beneficiarios, al menos uno dejó los estudios. Para Óscar Llerena, becario doctoral y docente, la política de becas permite una democratización de la educación, mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y aumentar el nivel de las universidades.

“Cuando naces en circunstancias como la mía, la educación es el único mecanismo de ascenso social”. Con ello concordó la postulante Diana Maldonado. Indicó que las becas son una obligación del Estado y que, incluso, se debería plantear la creación de carreras de posgrado en universidades públicas, para fortalecer la educación nacional.

Para la estudiante de Relaciones Públicas Maribel Recalde, este tipo de becas permiten que los jóvenes sigan la carrera de sus sueños.

Sin embargo, pocos son los jóvenes que conocen que pueden acceder a becas otorgadas por la Senescyt para estudiar en universidades privadas dentro del país. Ese fue el caso de Maribel Recalde y Dayana Granda.

Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK