A partir del 1 de junio, tal como lo establece la Ley de Solidaridad, los productos gravados con el 14% del impuesto al valor agregado (IVA) vuelven al 12%, indicó Leonardo Orlando, director del Servicio de Rentas Internas (SRI).

En Quito, los comerciantes se preparan con promociones para atraer más clientes. Uno de ellos es Juan Cando, dueño de un local de electrodomésticos en el tradicional mercado Ipiales, en el centro de la capital. Él señaló que la reducción del IVA impactará positivamente en el sector. “Ese 2% no es un gran valor, pero se convierte en un mejor rendimiento para el consumidor”, afirmó Cando.

En su local, si una cocina a gas ahora cuesta $ 400, desde junio el precio bajaría a $ 392. “Una rebaja de $ 8 para el cliente no es un descuento significativo; si fuera 4% o 5% de descuento la diferencia sería más notable”, aseguró. Con la medida adoptada a raíz del terremoto del 16 de abril para la recuperación económica del país, algunos comerciantes tomaron precauciones. Por ejemplo, disminuyeron los pedidos; si antes adquirían 10 refrigeradoras, ahora solo piden cinco y las venden poco a poco.

 

A partir del 1 de junio, tal como lo establece la Ley de Solidaridad, los productos gravados con el 14% del impuesto al valor agregado (IVA) vuelven al 12%, indicó Leonardo Orlando, director del Servicio de Rentas Internas (SRI).

En Quito, los comerciantes se preparan con promociones para atraer más clientes. Uno de ellos es Juan Cando, dueño de un local de electrodomésticos en el tradicional mercado Ipiales, en el centro de la capital. Él señaló que la reducción del IVA impactará positivamente en el sector. “Ese 2% no es un gran valor, pero se convierte en un mejor rendimiento para el consumidor”, afirmó Cando.

En su local, si una cocina a gas ahora cuesta $ 400, desde junio el precio bajaría a $ 392. “Una rebaja de $ 8 para el cliente no es un descuento significativo; si fuera 4% o 5% de descuento la diferencia sería más notable”, aseguró. Con la medida adoptada a raíz del terremoto del 16 de abril para la recuperación económica del país, algunos comerciantes tomaron precauciones. Por ejemplo, disminuyeron los pedidos; si antes adquirían 10 refrigeradoras, ahora solo piden cinco y las venden poco a poco.