La psicóloga clínica, Adriana Fornasini, indicó en Notimundo Estelar, que los niños pueden comenzar a tener ideas suicidas desde los 5 años de edad.
Cuando el entorno familiar de un niño o adolescente es disfuncional y violento, la tendencia a desarrollar pensamientos suicidas es mayor. Sobre todo si los padres tienen problemas psicológicos que proyectan en sus hijos y no procuran fortalecer un vínculo emocional y comunicacional entre ambos.
📢Estamos #AlAire en #NotimundoEstelar con #AdrianaFornasini, psicóloga clínica, para conversar sobre la prevención del suicidio, una problemática social que se ha incrementado en el #Ecuador.
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La psicóloga señaló que, a pesar de que los pensamientos suicidas se pueden presentar desde una edad muy temprana, es más común que los adolescentes corran un mayor riesgo a raíz de los cambios hormonales y la búsqueda de identidad. Añadió que una alarma temprana es el cambio radical en el comportamiento con indicadores como la apatía, el aislamiento, trastorno en el sueño, falta de socialización, agresividad, tristeza e introversión.
Asimismo, explicó que las redes sociales juegan un papel importante. Ante el auge de influencers y artistas, los adolescentes pueden sentirse inseguros al no cumplir con esos estándares establecidos, y por lo tanto, pensar que no son aceptados dentro de la sociedad. Esto se evidencia en una relación proporcional entre el uso excesivo de las redes sociales y el aumento de casos de suicidio.
🔊 En #NotimundoEstelar, la psicóloga clínica, #AdrianaFornasini, señaló que los adolescentes corren mayor riesgo de desarrollar pensamientos #suicidas. A su vez, los padres de familia deben estar atentos y las unidades educativas necesitan involucrarse más en el tema.
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Sumado a estos factores externos también está el acoso escolar. El caso de la alumna del colegio Mejía que se suicidó es un ejemplo de que un maltrato psicológico constante puede desembocar en una tragedia que pudo ser prevenida. La experta añadió que actualmente existe una profunda falta de preparación, proyectos y seguimiento en las unidades educativas respecto al tema. “Cuando los chicos no se sienten incluidos, hay ansiedad”, señaló.
Por lo tanto, los padres de familia deben estar atentos a estas señales que no sólo pueden venir del niño o adolescente, sino del entorno en el que se desenvuelve para acudir a tiempo con un profesional. “Mucha de la gente que se suicida ya advirtió”, finalizó Fornasini.
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