Para ayer estaba prevista la audiencia, pero el Tribunal Militar no se instaló. La cita estaba prevista para las 10:00 en la Base San Eduardo, en Guayaquil.

Fiscalía

En el sitio, militares de turno que custodiaban la entrada dijeron que tenían conocimiento de la actividad, pero que no sabían detalles.

Juan Vizueta, abogado de Ortega, argumentó que su representado no acudió ante el Consejo de Disciplina de la Armada porque la Ley Militar le permite hasta dos llamados. Por eso aclaró que el oficial no quebrantó ninguna norma.

Las razones para la ausencia -según Vizueta- es la impugnación a la designación del capitán Carlos Pimentel para que presida el nuevo Consejo de Disciplina. El abogado rechazó que el asesor jurídico de la Armada (Pimentel), sea designado porque ya emitió pronunciamientos sobre el caso.

Mientras tanto, en la Armada existe hermetismo sobre el tema y ayer ningún vocero informó sobre la nueva fecha para la instalación de un nuevo Consejo de Disciplina.

Vizueta criticó la reserva de la información y denunció la intromisión del almirante Carlos Vallejo que ordena que se conforme el Consejo de Disciplina sin cambios.

Presunto Plan Cóndor

El presidente Rafael Correa reiteró lo que anunció su ministro de Defensa. Habrá una investigación para determinar la veracidad de una supuesta guerra sicológica diseñada al interior de la Armada contra las reformas al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa).

Un documento al que tuvo acceso este Diario develó ese plan, donde se conforman 4 equipos y un comité de crisis. Todos tienen responsables y tareas específicas. Frente a eso el Primer Mandatario advirtió que, de ser cierta la trama, se aplicarán las sanciones correspondientes pues los soldados son obedientes y no deliberantes. “El poder militar debe someterse al poder civil”.

Para Correa esta resistencia a los cambios al interior de las FF.AA. forma parte de una estrategia política contra los gobiernos de izquierda que se encierra en el Plan Cóndor del siglo XXI.

La estrategia, según el Mandatario, se basa en golpes parlamentarios y de la judicialización de la política. Puso como ejemplo el golpe de Estado en Brasil. El capitán de la Marina Edwin Ortega es uno de los inconformes. Él  respondió de forma irrespetuosa un correo que el Jefe de Estado envió a todos los miembros de las FF.AA donde explicaba las reformas al Issfa y sus beneficios.

¿Qué escribió el marino?

El Jefe de Estado agradecía a los miembros de las Fuerzas Armadas por su participación en las labores de rescate en el terremoto. El comunicado fue enviado el 14 de mayo, es decir casi un mes después del sismo del 16 de abril.

Ortega, en su respuesta, desconoce el cargo de “Comandante en Jefe -de las FF.AA.- como usted se ha investido”. La Constitución, artículo 147 numeral 16, estipula que el Presidente de la República tiene entre sus deberes “ejercer la máxima autoridad de las Fuerzas Armadas  y de la Policía Nacional y designar a los integrantes del alto mando militar y policial”.

El oficial hace énfasis en el sentimiento de descontento de sus superiores. Además pone en duda la moral del Jefe de Estado. “Su investidura merece respeto y tiene mi respeto formal, pues el respeto moral está en entredicho”. Recalca que Correa miente y le pide que no se meta con las FF.AA.

Esta fue la motivación para que se inicie un consejo militar. Sin embargo, dicho tribunal integrado por 5 oficiales de rango superior determinó que el Presidente no es una autoridad militar y por ello no sancionaron al capitán.

El pasado 31 de agosto la jueza Vanessa Wolf ordenó que se conforme otro Consejo de Disciplina de la Armada que juzgue el caso al acoger una acción de protección interpuesta por Correa.