El ministerio de Defensa del régimen confirmó el episodio. Imágenes de las explosiones comenzaron a circular por las redes sociales

Irán afirmó en las primeras horas del domingo que repelió un ataque de drones a una instalación militar en Isfahán (centro), según el Ministerio de Defensa citado por la agencia Irna. “Un ataque sin éxito se llevó a cabo con drones en uno de los complejos del Ministerio de Defensa”, explicó la cartera, y agregó que el ataque no causó víctimas mortales, solo “daños menores en el techo” de un edificio, según la agencia.

“El sábado por la noche, uno de los complejos de talleres del Ministerio de Defensa en Isfahan fue atacado por aviones pequeños, uno de los cuales fue alcanzado por la defensa aérea del complejo y otros dos aviones fueron derivados”, detalló el régimen en un comunicado oficial.

“La explosión tuvo lugar en uno de los centros de fabricación de municiones del Ministerio de Defensa y, según anunció el vicegobernador de Isfahan para la seguridad, no hubo víctimas”, informó la cadena IRIB.

El comunicado oficial agrega: “No hubo víctimas en este ataque fallido y se causaron daños menores en el techo del taller, que, por la gracia de Dios, no causó ninguna interrupción en el equipo y las misiones del complejo”

El funcionario, Mohammad Reza Jannesar, declaró posteriormente a la televisión estatal: “Se están investigando los daños, así como las causas y los elementos que provocaron esta explosión y se anunciarán más adelante”.

En los últimos años se han producido varias explosiones e incendios en torno a instalaciones militares, nucleares e industriales iraníes.

La planta atacada este domingo estaría ligada a la fabricación de drones que envía a Rusia.

El Ejército ucraniano asegura que, hasta ahora, ha derribado cientos de drones “kamikaze” Shahed-136 de fabricación iraní. Se cree que Rusia ha ordenado unos 2.400 drones de este modelo.

Los Shahed iraníes, que Rusia ha rebautizado como Geran-2, tiene una carga explosiva y pueden quedarse suspendidos en el aire sobre sus objetivos antes de lanzarse contra ellos. Pueden lanzarse en rápida sucesión desde plataformas. Su característico diseño con forma de A los hace fáciles de identificar.

El aumento del flujo de armas desde Teherán podría ayudar a compensar lo que, según los funcionarios de la administración Biden, han sido enormes pérdidas de equipo militar ruso desde que Moscú invadió el país en febrero, y un suministro rápidamente menguante de municiones guiadas de precisión del tipo utilizado en los ataques de la semana pasada contra múltiples ciudades ucranianas.

Una evaluación de inteligencia compartida en los últimos días con funcionarios ucranianos y estadounidenses sostiene que la industria armamentística de Irán está preparando un primer envío de misiles Fateh-110 y Zolfaghar, dos conocidos misiles balísticos iraníes de corto alcance capaces de alcanzar objetivos a distancias de 300 y 700 kilómetros, respectivamente, dijeron dos funcionarios informados sobre el asunto. De llevarse a cabo, sería la primera entrega de tales misiles a Rusia desde el inicio de la guerra.

En agosto, los mismos funcionarios identificaron aviones no tripulados iraníes específicos, la serie Shahed y el Mohajer-6, que Teherán estaba empezando a suministrar a Rusia para su uso en Ucrania. Los restos de ambos tipos han sido recuperados, analizados y fotografiados por las fuerzas ucranianas en las últimas semanas. Parece que Rusia ha repintado las armas y les ha dado nombres rusos.