Bolívar Garzón, director del Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI) confirmó que las muertes con tinte de masacre en los Centros de Rehabilitación del país es algo que ha impresionado a las autoridads. Al interior del Gobierno se analizan varias soluciones para frenar los hechos violentos.

Decisiones con Jorge Ortiz

Bolívar Garzón, Director del SNAI explicó que después de los hechos violentos que se vivieron en la Penitenciaria del Litoral, ya tienen el control en las cárceles del país, a escala nacional y aseguró que los centros de rehabilitación “están en calma”.

En Guayaquil, 1.200 uniformados resguardan la seguridad. Según Garzón se debe pasar de la planificación a la acción. “Hay dos formas de mantener el control, la una es haciendo cumplir la Ley, socializando, no negociando; jamás negociamos como Gobierno (…) y la otra es a la fuerza” acotó. La Policía Nacional y las Fuerzas Armadas están listas en caso de una nueva intervención.

Pero, ¿las cárceles serán siempre el reflejo de una violencia social que durará generaciones? Bolívar Garzón, respondió esa inquietud y afirmó que se debe trabajar entre Estado y sociedad en la solución para estas masacres. Aclaró que lo sucedido en Guayaquil no fue un amotinamiento sino una pelea entre delincuentes.

La solución, según Garzón, puede ser reducir el hacinamiento, lo cual se podría lograr con un trabajo conjunto con el sistema judicial. “Hay, al momento, 5.000 carpetas que fueron gestionadas por el SNAI hacia los jueces de beneficios penitenciarios de (personas) que podrían salir. Pero, no se da trámite porque solamente hay 14 jueces en el país” para ejecutar estos 5.000 procesos de excarcelación, agregó.

El Director del SNAI confirmó que por cada guía penitenciario se custodia a 110 reos, mientras que la normativa establece que deben ser máximo 30 por cada PPL. Agregó que los guías no tienen armamento ni las herramientas necesarias para frenar los hechos violentos. Son 1.650 agentes de seguridad penitenciaria para 39.000 personas privadas de la libertad. En cada pabellón hay cerca de 700 PPL y 2 o 3 agentes penitenciarios.

Entre las soluciones que se analizan por parte del Gobierno es la división de la Penitenciaría en dos alas. También se buscan normativas para extraditar a los reos a su país de origen y reducir el hacinamiento.

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