El Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entró en vigor este viernes, tras ser ratificado por 50 países. El tratado prohíbe a los países producir, probar, adquirir, poseer o almacenar armas nucleares. También impide la transferencia de las armas y restringe a los signatarios permitir que cualquier artefacto explosivo nuclear sea estacionado, instalado o desplegado en su territorio.

El Telégrafo

Este acuerdo entró en vigencia luego de que pasaran 90 días desde que Honduras se convirtiera a fines de octubre del 2020 en el estado n°50 en ratificarlo. En total, 122 países lo aprobaron en la Asamblea General de la ONU en 2017.

“El tratado es un paso importante hacia el objetivo de un mundo libre de armas nucleares y una firme demostración de apoyo a los enfoques multilaterales del desarme nuclear”, subrayó en un comunicado el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

Guterres recordó que las armas nucleares representan “una amenaza creciente” y añadió que “el mundo debe adoptar medidas urgentes para eliminarlas y evitar las consecuencias catastróficas de su uso para la humanidad y el medio ambiente”.

«El Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares entrará en vigor esta semana, lo que representa un compromiso alentador y significativo hacia la máxima prioridad de desarme de la ONU», escribió la organización internacional en su cuenta de Twitter.

Este acuerdo no cuenta con el apoyo de las potencias nucleares, quienes también integran el Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia) como el resto de países que se sabe que poseen bombas atómicas (Corea del Norte, Pakistán, la India e Israel).

Muchos otros países que dependen de las armas nucleares de otras naciones para su seguridad, como los 27 miembros de la OTAN, Australia, Japón y Corea del Sur, tampoco han firmado. Solo un miembro de la OTAN, Países Bajos, participó de las negociaciones pero no se sumó al tratado.

El tratado proporciona el primer marco multilateral jurídicamente vinculante para un proceso mediante el cual todas las naciones pueden trabajar para eliminar las armas nucleares.

Por ejemplo, los estados con armas nucleares de otra nación almacenadas en su territorio deben eliminarlas.

Los Estados con armas nucleares pueden «destruir y luego unirse» al tratado, o «unirse y luego destruir». Deben desmantelar irreversiblemente sus armas, así como los programas e instalaciones para producirlas, sujeto a plazos acordados y verificación por una autoridad internacional.

Nota Original: El Universo – LINK