El brote del virus del zika que ha afectado a América Latina en los últimos meses tendrá un impacto económico de 3 500 millones de dólares en 2016, calculó el Banco Mundial.

La cifra representa solo 0,06 % del Producto Interno Bruto de los países de la región, pero los que dependen más del turismo podrían experimentar pérdidas superiores al 1% del PIB, dijo el Banco Mundial en un informe.

El cálculo del impacto económico se basa en las expectativas de un esfuerzo rápido y coordinado para controlar la propagación del virus y en el supuesto de que la principal población en riesgo son las mujeres embarazadas, dijo la organización internacional en una nota.

“Nuestro análisis pone de relieve la importancia de una acción urgente para detener la propagación del virus del zika y para proteger la salud y el bienestar de las personas en los países afectados”, señaló Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial, a The Wall Street Journal. “El grupo está dispuesto a apoyar a los países afectados por esta crisis de salud y a proporcionar apoyo adicional si es necesario”.

El Banco Mundial está ofreciendo 150 millones de dólares en financiación para los esfuerzos contra el zika en los países que luchan para controlar el virus, incluyendo la identificación de las personas en mayor riesgo, la mejora de la atención médica para las mujeres embarazadas y los programas de sensibilización pública. La organización está dispuesta a ofrecer más dinero si es necesario.

El zika ha golpeado más fuertemente a Brasil, donde se cree que más de un millón de personas han sido infectadas y donde se sospecha que ha sido la causa de la microcefalia de cientos de niños nacidos de madres infectadas con el virus durante el embarazo. Los investigadores todavía están tratando de determinar la relación entre el zika y el desarrollo anormal del cerebro.

Los estados brasileños del noreste del país, donde el brote es más grave, también se enfrentan a grandes pérdidas económicas por el turismo, dijo Otto Nogami, profesor de economía en la escuela de negocios Insper, en São Paulo.

“La gente podría dejar de ir a restaurantes o bares, especialmente en las regiones costeras”, añadió. “El impacto en el turismo internacional podría ser aún mayor, ya que los turistas internacionales están mejor informados y son más cautelosos”.

Colombia, México, Panamá y otros países de la región también han reportado decenas de miles de posibles casos de zika, que aparte de la sospechada conexión con la microcefalia es considerado un virus relativamente inofensivo. Los síntomas incluyen fiebre ligera, una erupción que dura unos pocos días y posibles dolores de cabeza y en las articulaciones.

La rápida propagación de la enfermedad en la región ha alarmado a las autoridades de salud y ha provocado una respuesta rápida de entidades internacionales. La Organización Mundial de la Salud, que declaró el brote del zika como una emergencia sanitaria mundial, anunció el martes un plan de respuesta global de 56 millones de dólares contra la epidemia.