Ecuador decretó este miércoles 8 de agosto del 2018 el estado de emergencia en las provincias de Carchi, Pichincha y El Oro por la crisis humanitaria de ciudadanos venezolanos, quienes registran una afluencia “inusual” por el Puente de Rumichaca, la frontera con Colombia.

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La medida fue adoptada por el Gobierno del presidente Lenín Moreno. Santiago Chávez, viceministro de Movilidad Humana, dijo a EL COMERCIO que la emergencia durará “un tiempo corto. Seguiremos evaluándola permanentemente”.

“La idea es que las instituciones que la requieren para el uso de sus recursos, especialmente la Secretaría de Gestión Riesgos, que es la entidad rectora en cuestiones de emergencia, puedan articular bien su participación y utilizar esos recursos que disponen con miras a precautelar justamente la integridad de estas personas”.

La declaratoria se produce después de una reunión entre Cancillería y varias entidades estatales como el Municipio de Quito y el Consejo Provincial de Pichincha y autoridades de Carchi y El Oro. En los diálogos previos también participaron representantes de las organizaciones del sistema de Naciones Unidas como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). “Prácticamente es una decisión consensuada”, detalló el Viceministro.

“Se activa por primera vez en este tiempo con miras a que demos una respuesta eficaz y contundente en beneficio de la preservación de la integridad de las personas que están ingresando a territorio ecuatoriano”, agregó. Durante el 2017, Ecuador registró el ingreso de 287 972 ciudadanos venezolanos. De ellos, 61 143 se quedaron en el país.

“El lunes (6 de agosto) hemos recibido una alerta en la frontera porque hay un grupo grande de ciudadanos venezolanos que están en Rumichaca que desean ingresar y, de hecho, están ingresando desde ayer al Ecuador”, aseguró Chávez. El registro que maneja Cancillería es de 3 200 ciudadanos de origen venezolano que ingresaron en un solo día al Ecuador. El Viceministro precisó que esta afluencia en la frontera norte “es un número inusual, un poco mayor de lo que registramos normalmente”.

 

Fuente: El Comercio