Si no era de una manera, sería de otra. Porque antes de que Emma Watson se convirtiera en la protagonista de "La Bella y La Bestia", a la actriz que se hizo conocida por su rol como Hermione Granger en la franquicia Harry Potter, se le ofreció el papel principal en "Cenicienta".

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Por lo tanto, se podría decir que la joven británica estaba «destinada» a convertirse en princesa Disney.
Esta información fue revelada por la misma actriz a Total Film, al explicar que sintió una conexión con el personaje de Bella, algo que no habría ocurrido con Cenicienta (rol que finalmente tomó Lily James).