El Comité Privado de Crisis de Quito presentó una propuesta al alcalde de la ciudad, Jorge Yunda, y al ministro de de la Producción, Iván Ontaneda, un plan para la reactivación de los comercios.

El cambio al semáforo amarillo, de acuerdo con las decisiones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, implica una mayor apertura a la actividad comercial. Crédito: EFE.

El Comité Privado de Crisis de Quito (CPCQ) presentó una propuesta al alcalde de la ciudad, Jorge Yunda, y al ministro de de la Producción, Iván Ontaneda, un plan para la reactivación de los comercios.

A través de una misiva, enviada el pasado 8 de mayo, el CPCQ, conformado por los principales gremios de la producción, empresarios y actores de la sociedad civil, presentaron un plan que consta de cuatro fases para reabrir los negocios de la capital.

Según la carta, el plan de reactivación comercial permitirá contrarrestar el alto desempleo que vive la ciudad y el país, considerando que la cifra de desafiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), es decir, el empleo formal, superan las 100 mil personas en solo dos meses.

“Consideramos que la ciudad debe poner en marcha un plan de reactivación económica, asegurando el equilibrio entre el adecuado manejo de la crisis sanitaria y la apremiante necesidad de contrarrestar los graves efectos económicos y sociales”, dice el documento.

La fase uno de la propuesta establece la implementación de planes piloto para centros comerciales o industrias que hayan presentado al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) su plan de reactivación.

En el caso de los centros comerciales, se propone reabrirlos con un aforo máximo del 30 % de su capacidad. El 18 de mayo se realizaría una valoración de los planes piloto y la incorporación paulatina de otros sectores.

Asimismo, el 25 de mayo se realizará nuevamente una evaluación y la incorporación de nuevos sectores. Mientras que la fase dos implica una valoración de la situación sanitaria y cumplimiento de protocolos en planes pilotos que se reactivaron en la fase uno.

Además, se plantea la activación parcial del transporte público y de determinados servicios y espacios públicos; reapertura de transporte interprovincial y conectividad internacional, incremento de aforo de establecimientos comerciales, apertura de cafeterías y restaurantes y extensión de horarios de actividades económicas 24 horas en distintos turnos (modificación toque de queda).

La fase tres se ha denominado de consolidación. Eso implica el retorno progresivo de la mayor parte de actividades con la aplicación rigurosa de protocolos de bioseguridad e indicadores de control sanitario y comportamiento de la ciudadanía.

Además, en ese período, se analizará el desarrollo de eventos de hasta 200 personas, manteniendo un aforo del 30 % de su capacidad total.

Finalmente, en la fase cuatro, denominada de evaluación y monitoreo, se plantea la valoración de indicadores sanitarios, comportamiento de la ciudadanía, cumplimiento de protocolos de bioseguridad y apertura del resto de actividades comerciales.

Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK