Desde la madrugada de este domingo Jacobo Bucaram Pulley guarda prisión preventiva en el Centro de Rehabilitación Social de Latacunga (Cotopaxi), tras ser vinculado al delito de delincuencia organizada por la venta irregular de suministros médicos durante la emergencia sanitaria por el COVID-19.

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Créditos: Cárcel Latacunga - API

Es el tercer proceso penal que enfrenta Bucaram Pulley y sobre él pesan tres órdenes de prisión preventiva. Los otros delitos son por asociación ilícita y tráfico de bienes patrimoniales. Al expediente por delincuencia organizada se lo vinculó este 26 de septiembre por solicitud de la fiscal Lidia Sarabia, proceso en el que también están involucrados su padre, Abdalá Bucaram Ortiz, y tres uniformados de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) de Quito, Kléver A., Samuel S. y Leandro B.

La jueza de la Unidad Penal de Garantías Penales de Pichincha, Ana Lucía Cevallos, aceptó la formulación de cargos dentro de la instrucción fiscal que tiene abierta la Fiscalía, pues se encontraron “los indicios suficientes que hacen presumir su participación en este delito”. Y lo presumen como “autor de la infracción”. Bucaram Ortiz tiene arresto domiciliario por ser mayor de 65 años, mientras que los agentes cumplen prisión preventiva.

La teoría de la Fiscalía es que los procesados habrían conformado un “grupo estructurado para planificar actividades delictivas entre noviembre del 2019 y agosto del 2020, para la obtención de beneficios económicos, entre ellos la comercialización de pruebas para COVID-19 y otros insumos” durante la emergencia sanitaria.

La investigación se abrió en mayo del 2020, al detectarse una posible relación de los ahora cinco procesados con los israelitas Oren Sheinman y Shy Dahan (asesinado en la Penitenciaría de Guayaquil), quienes presentaron documentos falsos de la DEA y portaban más de $200 000 en efectivo al ser detenidos en Santa Elena.

La audiencia se consumó después de que fuera detenido en Medellín (Colombia) y expulsado de ese territorio.

En coordinación con las autoridades de Ecuador, el hijo del expresidente fue devuelto al territorio nacional el viernes a las 21:40.Fue trasladado a la Unidad de Flagrancia de Quito, en donde esperó por más de quince horas la audiencia de vinculación. Esto generó confusión, pues al ser hallado en Medellín, la Unidad Judicial Penal de Guayaquil también requirió que se cumpla la orden de prisión preventiva para que sea ingresado al centro de Latacunga.

Su padre, en Twitter, escribió: “Me han visto sufriendo, he llorado sin parar dos días ante la criminal y cruel persecución contra mi hijito Jacobito, tal vez piensen que es debilidad. No, sepan que los padres lloramos por amor. Pero ahora, luego de mis rezos, regreso fuerte a combatir a estas mafias oligárquicas”.

Pero el próximo 6 de octubre su hijo enfrentará otra acusación y también por delincuencia organizada. El juez Ronald Guerrero, de la Unidad Judicial Penal de Guayaquil, aceptó el pedido de la fiscal Claudia Romero para reformular cargos en el caso de asociación ilícita, por delincuencia organizada, en el que además están 14 personas, entre ellas sus hermanos Dalo y Michel Bucaram Pulley.

Nota Original: El Universo – LINK