A pesar de que los empresarios y comerciantes de la provincia de Esmeraldas esperan con ansias la llegada de turistas a partir de mañana -pues casi en su totalidad han tenido que cerrar sus negocios por más de cuatro meses-, no son optimistas del todo y, por el contrario, cuentan las horas en medio de incertidumbre.

El Telégrafo

Tradicionalmente, este mes era el de mayor afluencia de visitantes a las costas esmeraldeñas, especialmente de Quito y de otras localidades de la Sierra, pues coincidía con las vacaciones escolares.

En Esmeraldas, la capital de la provincia del mismo nombre, el 90 % de los establecimientos hoteleros tuvo que despedir a sus empleados, y en Atacames, el 60 % cerró sus puertas, sostiene Víctor Orellana, presidente de la Cámara de Turismo.

«Hay muchas imprecisiones del Gobierno y no sabemos si a última hora van a cambiar de fecha, como la vez pasada. Ahora estamos quebrados, con cero ingresos, y lo que más preocupa son las deudas y el pago de servicios», dice.

Sin embargo, los establecimientos se preparan. Toman medidas de bioseguridad y se acreditan ante las autoridades locales. Nanci Bazurto, directora de Turismo de Atacames, explica que se han dado capacitaciones a asociaciones y empresarios para atender a los eventuales visitantes.

Para funcionar, hoteles y restaurantes deben tener documentos habilitantes del Municipio; si no, no podrán abrir.

«En los hoteles, incluso, las camas van dispuestas con distanciamiento social: máximo dos o dos literas por habitación», agrega.

Hasta ayer, el Municipio de Atacames contaba con 49 hoteles y 6 restaurantes certificados. Quienes buscan permiso tienen hasta hoy para completar los requisitos de funcionamiento en esta pandemia.

Bazurto confía en que los turistas colaboren, pues habrá controles de protocolos. Por ejemplo, que todos utilicen mascarilla, incluso en las playas que haya distanciamiento y constante desinfección de manos.

Nota Original: El Universo – LINK