Más medidas se toman en el estado de Florida y en el estado asociado de Puerto Rico.

Créditos: El Universo

En Estados Unidos se siguen tomando nuevas medidas para evitar la propagación del coronavirus COVID-19 en ese país.

Ese es el caso de las ciudades de Fort Lauderdale y Miami Beach, dos de las más visitadas del sur de Estados Unidos.

El alcalde de Fort Lauderdale, Dean Trantalis, informó que cerrará la mayoría de sus playas y los negocios (restaurantes, bares y discotecas) no podrán estar abiertos pasadas las 22:00.

En Miami Beach se aplicará la misma medida a los negocios y habrá toque de queda desde las 23:00 en el distrito de entretenimiento desde el lunes, según el alcalde Dan Gelber.

De acuerdo con una publicación de la cadena Univisión, en Miami Beach se cerrarán las playas ubicadas entre las calles 5 y 15.

El gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, ya comentó el sábado que hay evidencia de contagios, sobre todo en el condado de Broward.

¿Qué pasa en Puerto Rico?

En tanto, el estado asociado de Puerto Rico, la gobernadora Wanda Vázquez ordenó un toque de queda nocturno y el cierre total de los comercios no esenciales, al divulgar este domingo medidas para contener el contagio del nuevo coronavirus.

«He ordenado establecer un toque de queda para todos los residentes de Puerto Rico. El mismo comenzará a las 9 de la noche (e irá) hasta las 5 de la mañana del día siguiente», dijo la gobernadora en un mensaje de video. La medida se prolongará desde este domingo hasta el 30 de marzo.

«Ante la posibilidad de la transmisión y propagación del virus, aun de personas que no presentan síntomas, tenemos que tomar todas las precauciones para no convertirnos en potenciales portadores», explicó.

En su mensaje, la gobernadora también ordenó «el cierre de todos los comercios en Puerto Rico» a partir de las 18:00 este domingo y también hasta el 30 de marzo.

Esto incluye centros comerciales, cines, salas de conciertos, gimnasios, bares y otros negocios que propicien reuniones.

Quedaron eximidos de la medida los servicios de distribución de alimentos o de insumos médicos, así como las farmacias, supermercados, gasolineras, bancos y residencias de ancianos.

En las noches, solo podrán circular las personas vinculadas -como pacientes o proveedores– a los servicios médicos y hospitalarios, o aquellas que realicen trabajos esenciales.

La sanción para quienes violen estas normas puede alcanzar hasta seis meses de prisión y hasta 5000 dólares de multa.

El jueves pasado, cuando se reportaron los primeros casos en Puerto Rico, el Gobierno de esta isla caribeña decretó estado de emergencia. Por el momento, la isla ha reportado cinco casos.

El viernes, la gobernadora Vázquez aceptó la renuncia del secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado, quien estaba siendo cuestionado por el manejo de la emergencia por el coronavirus.

El mismo funcionario estuvo bajo fuego por la gestión de los cadáveres tras la emergencia del huracán María, que, desde septiembre del 2017, provocó directa o indirectamente la muerte de 3000 personas, según cifras que maneja el Gobierno local.

La gestión de la crisis de María provocó numerosas acusaciones de corrupción y, finalmente, derivó en la renuncia del entonces gobernador Ricardo Rosselló tras varios días de protestas multitudinarias.

Vázquez Garced, quien sucedió a Rosselló de forma interina en agosto del año pasado, ahora está a prueba con esta nueva emergencia.

En total, en Estados Unidos se han registrado más de 3200 casos y 60 personas han muerto por el virus COVID-19, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins.

Pero la velocidad de propagación de la pandemia ha sobrepasado la capacidad de respuesta del Gobierno estadounidense, que no ha podido implementar un sistema de pruebas de coronavirus a gran escala, como en cambio sí lo han logrado países como Corea del Sur.

Fuente: El Universo – Nota Original: aquí