El cuerpo de Camila fue abandonado en un terreno baldío en el norte de Milagro, un cantón del Guayas. Vecinos alertaron a la Policía. Los agentes hallaron a la joven, de 22 años, mutilada, desfigurada y calcinada. Las primeras indagaciones dicen que fue víctima de femicidio.

CNN

Su madre asegura que el ataque ocurrió cuando su hija fue a buscar a su pareja en una casa donde consumía droga con dos amigos. Según los agentes, allí fue asfixiada con una cuerda. Los tres hombres arrojaron el cadáver la tarde del 10 de mayo, mientras estaba vigente el toque de queda por la emergencia sanitaria del covid-19. Durante un operativo, la Policía capturó a dos sospechosos, entre ellos al conviviente.

El tercero se fugó. En la audiencia, la Fiscalía les formuló cargos por la muerte de la mujer y presentó como evidencias el parte policial, el informe de levantamiento del cadáver, la autopsia, la versión de agentes y testigos. La jueza Guisella Paredes les dictó prisión preventiva y están recluidos en la Penitenciaria del Litoral.

La información que Fiscalía levantó del 16 de marzo al 24 de mayo muestra que las oficinas judiciales receptaron 26 casos de femicidios en el país. Guayas, Azuay, Pichincha, Manabí y Bolívar son las provincias en donde en estos días se han registrado más delitos de este tipo. Por ejemplo en Azuay, un hombre fue imputado por la muerte de su conviviente el pasado 23 de mayo. La diligencia se realizó ocho días después de que María, la víctima, fuera encontrada sin vida en la unión de los ríos Tomebamba y Yanuncay.

Según las investigaciones de la fiscal Rocío Polo, la mujer murió ahogada. Antes, el agresor le lanzó piedras al rostro, además hirió con un cuchillo su cuello, brazos y piernas. La madre de María, en su versión, contó que su hija recibía constantes agresiones físicas. Ahora, el procesado está arrestado. Un mes antes de que estallara la pandemia, en Ecuador hubo 29 femicidios.

La primera semana de la cuarentena se registraron tres casos a escala nacional. Durante los dos meses de emergencia sanitaria se mantuvo ese mismo promedio de denuncias hasta la semana pasada, cuando se incrementaron a siete. Annabelle Arévalo, experta en género del Centro para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), explicó que las víctimas han sido asfixiadas, baleadas, acuchilladas, mutiladas e incineradas.

Estos ataques se producen no solo en casas sino también en el espacio público, pese al despliegue de policías y militares que hay en las calles. La tarde del 19 de mayo, en el kilómetro 12 de la vía Guaranda, en Bolívar, se produjo otro femicidio, cuando Mariuxi y su esposo se movilizaban en un vehículo. Según las investigaciones, ambos discutieron y descendieron del auto. El hombre sacó un arma de fuego y disparó tres veces a la mujer. Luego él se quitó la vida. Agentes de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) levantaron los cadáveres.

Dos menores, de 5 y 10 años, quedaron huérfanos. Su abuela materna los cuida. Lo mismo ocurrió con los dos hijos de Brigith: un niño de 5 años y una pequeña de 3, que ahora viven con su abuela María del Carmen, luego de que su madre muriera asfixiada el pasado 7 de abril. Las indagaciones apuntan al padre de los menores. Luego de la muerte, su cuerpo fue arrojado al río San Pedro, en el cantón Rumiñahui, Pichincha.

Agentes hallaron el cadáver de la joven, de 22 años, dos días después y fue llevado a la morgue. El mismo día del entierro de Brigith, el sospechoso fue procesado por femicidio y una jueza le dictó prisión. El Código Penal (art. 141) sanciona ese delito con cárcel de 22 a 26 años. Por la emergencia, la Fiscalía habilitó un servicio en su sitio web, para denunciar la violencia en casa. Los usuarios deben llenar un formulario e incluir detalles del caso para que los agentes actúen.

Nota Original: El Comercio – LINK