Esmeraldas amaneció este jueves 19 de abril con más vigilancia. Los retenes de militares y policías se incrementaron en las carreteras que conducen desde la capital provincial hasta San Lorenzo y Mataje, los dos puntos más calientes de la violencia en la frontera norte, detonada por alias "Guacho".

El Telégrafo

El primer control fue colocado en el sector de Río Verde, a 40 minutos de Esmeraldas. Allí, una patrulla de soldados revisaba a todos los viajeros. El soldado Frixon López sostuvo que su consigna era detener el ingreso de cualquier artículo ilícito y supervisar que los conductores tenga su documentación en regla.

Desde el inicio de la emergencia, en enero pasado, las Fuerzas Armadas y la Policía realizan operativos para frenar el ingreso de percusores químicos, armas o cualquier otro artefacto que pudiera ser usado por los narcoterroristas. También han frenado el paso de estupefacientes desde Colombia a Ecuador.

Esta acción ha sido como un torniquete que ha cortado la circulación de los elementos que requiere la narcoguerrilla para operar, con la intención de asfixiarla.

Siguiendo la ruta, el siguiente retén se colocó en el sector de Las Peñas, donde agentes del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía (GOE) y militares realizaban la misma supervisión a los vehículos y personas.

En este sector, los operativos son en el día y en la noche, y aquí incluso hacen requisa a los pasajeros de los buses para revisar que no lleven nada prohibido. Al llegar a San Lorenzo, los operativos más fuertes se hacen en la carretera a Mataje.

En los primeros kilómetros se colocaron tanquetas policiales para controlar el tránsito. Siguiendo la ruta, tres kilómetros adelante, soldados y gendarmes siguen vigilando a conductores y vehículos.

El tercer punto de revisión es en el kilómetro 14 en el destacamento de la Marina. Todos estos operativos buscan volver a la normalidad a esta zona.

Además, estaba prevista la visita del ministro de Defensa, Patricio Zambrano, y de una comitiva de periodistas ecuatorianos y extranjeros que tenía previsto llegar hasta Mataje, parroquia donde fueron asesinados cuatro militares y secuestrados tres periodistas que fueron posteriormente asesinados.

Fuente: El Telégrafo