Con ocho pedidos grupos laicos y religiosos marcharon la mañana de este sábado por las calles del centro de Quito.

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Algunos de sus planteamientos, plasmados en una carta dirigida al presidente Lenín Moreno son: la salida de los ministros de Educación, Fander Falconí, y de Salud, Verónica Espinosa, por responder a «intereses multinacionales y a la industria del aborto y de la ideología de género», que los padres tengan un rol protagónico en la elaboración de mallas curriculares en materia de educación sexual o que los integrantes de la Corte Constitucional (CC) dejen sus cargos por una resolución del pasado 13 de julio referente a la educación sexual de los hijos.

Según Amparo Medina, de la Red Vida y Familia Ecuador, los padres de familia son los primeros y principales encargados de educar y criar a sus hijos.

Patricia Baquero, representante del grupo ‘Ecuador busca líderes’, dijo estar preocupada porque hay temas educativos en los que no se les ha tomado en cuenta.

Sor Clara de la Trinidad, de la congregación Hijas de María Madre de la Unidad, también estuvo en la marcha; ella dijo que la legislación no puede ir en contra de la familia, del niño y de los adolescentes.

La CC, mediante un comunicado, aclaró el alcance de una sentencia sobre los derechos sexuales de los adolescentes. «En ningún momento ha desconocido el rol fundamental que desempeña la familia en torno a los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes y a su educación (…) lo que ha hecho es ratificar la obligación de protección del adolescente en tanto sujeto de derechos», manifestó.

Medina anunció que la marcha, que partió del parque El Arbolito y pasó por el Palacio de Gobierno, es la primera de una serie de acciones que emprenderán para que leyes «en contra de la vida y la familia» se reformen y que salgan de sus cargos los integrantes de la Corte Constitucional.