Estados Unidos retiró este lunes 15 de junio la autorización de urgencia de dos tratamientos contra el covid-19 defendidos por el presidente Donald Trump, ante su falta de eficacia y preocupaciones sobre sus riesgos.

Un estudio emitido el pasado 3 de junio señaló que el medicamento fue ineficaz en la prevención de infecciones en personas expuestas al coronavirus. Crédito: AFP.

Estados Unidos retiró este lunes 15 de junio la autorización de urgencia de dos tratamientos contra el covid-19 defendidos por el presidente Donald Trump, ante su falta de eficacia y preocupaciones sobre sus riesgos.

“Ya no es razonable creer que las fórmulas orales HCQ (hidroxicloroquina) y CQ (cloroquina) sean efectivas en el tratamiento de la covid-19”, escribió Denise Hinton, científica principal de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en una carta.

Un estudio emitido el pasado 3 de junio señaló que el medicamento fue ineficaz en la prevención de infecciones en personas expuestas al coronavirus, según un ensayo clínico ampliamente esperado.

El apoyo de Trump y del mandatario brasileño Jair Bolsonaro al fármaco inició un acalorado debate y aumentó las expectativas sobre un viejo medicamento que podría ser una herramienta barata y ampliamente disponible para combatir la pandemia.

En el primer estudio importante que compara la hidroxicloroquina con un placebo para medir su efecto contra el nuevo coronavirus, investigadores de la Universidad de Minnesota evaluaron a 821 personas que recientemente estuvieron expuestas al virus o vivían en un lugar de alto riesgo.

Halló que el 11,8% de las personas que recibieron hidroxicloroquina desarrollaron síntomas compatibles con el covid-19, en comparación con un 14,3% que recibió un placebo.

Esa diferencia no fue estadísticamente significativa, lo que significa que el medicamento no es mejor que el placebo. “Nuestros datos son bastante claros en que para la exposición posterior, esto realmente no funciona”, dijo el doctor David Boulware, el investigador que lideró el ensayo y que es especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Minnesota.

Fuente: El Comercio – Nota Original: LINK