La canciller alemana, Angela Merkel, pidió, este sábado 9 de noviembre en el aniversario 30 de la caída del Muro de Berlín, defender siempre la libertad y la democracia; "que son los valores fundadores de Europa".

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La canciller alemana, Angela Merkel, conmemoró el aniversario depositando una rosa en los restos del Muro. Crédito: EFE

La libertad y la democracia europeas deben ser defendidas siempre, pidió, este sábado 9 de noviembre, la canciller alemana Angela Merkel en el aniversario 30 de la caída del Muro de Berlín que se celebra en un ambiente de discordia entre los aliados de la época de la Guerra Fría.

“Los valores fundadores de Europa (…) deben ser siempre defendidos. En el futuro hay que comprometerse con la democracia, la libertad, los derechos humanos y la tolerancia”, dijo en la capilla de la Reconciliación, uno de los lugares históricos y emblemáticos de Berlín, que representa la división que vivió la ciudad tras la edificación del Muro.

“El Muro de Berlín pertenece a la historia y nos enseña que ningún muro que deja fuera a la gente y restringe la libertad es tan alto o tan largo que no pueda franquearse”, agregó la Canciller, oriunda del Este alemán, que inició su carrera política tras la caida de la Cortina de Hierro.

Merkel depositó una rosa en el lugar donde se alzó el Muro, acompañada por los presidentes de Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, países que se prepararon durante mucho tiempo para la caída del muro y que son a menudo acusados de no respetar plenamente las reglas del Estado de derecho.

Este aniversario de la caída del Muro está marcado por una falta de entusiasmo general y por las divisiones. En la memoria quedan la celebración de hace 10 años, cuando líderes de todo el mundo, incluidas las cuatro fuerzas aliadas de la Segunda Guerra Mundial, se dieron cita ante la Puerta de Brandeburgo en Berlín para derribar un falso muro erigido para la conmemoración de los 20 años del fin de la Cortina de Hierro.

El mensaje en aquel momento fue claro: las murallas y las divisiones son cosas del pasado. Diez años después, el ambiente es diferente. El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, dejó Alemania el viernes por la noche después de dos días de visita y el presidente francés Emmanuel Macron llegará a Berlín el domingo por la noche para una cena con la canciller Angela Merkel y el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier.