Michael Flynn tiene "una historia que contar", dijo su abogado, tras reportes de que el exconsejero de seguridad nacional estadounidense propuso declarar sobre los presuntos vínculos entre Rusia y la campaña presidencial de Donald Trump a cambio de inmunidad.

El Telégrafo

La propuesta, realizada a través de su abogado ante el FBI y a dos comisiones de investigación de la Cámara de Representantes y del Senado, no fue aceptada por el momento, reveló el jueves el diario The Wall Street Journal, apoyándose en varios responsables anónimos cercanos al caso.

«El general Flynn ciertamente tiene una historia para contar y realmente la quiere contar, si las circunstancias lo permiten», corroboró después su abogado Robert Kelner en un comunicado divulgado en Twitter. Flynn, jefe de inteligencia militar durante la gestión de Barack Obama, fue nombrado titular del Consejo de Seguridad Nacional en noviembre tras haber asesorado a Trump durante su campaña.

Se vio obligado a dimitir el 13 de febrero, tras revelarse que mantuvo reiterados contactos con el embajador ruso en Estados Unidos a finales de diciembre, en un momento en que Rusia era objeto de sanciones del gobierno de Obama. Investigaciones del Congreso y del FBI analizan una posible injerencia de Moscú en la campaña presidencial de 2016, y sobre todo una posible connivencia entre el entorno de Trump y responsables rusos. «Por respeto a las comisiones» de investigación del Congreso, precisó el abogado de Flynn, «no comentaremos los detalles de las discusiones» entre el exconsejero y los legisladores, «más allá de confirmar que esas discusiones se realizaron». «Es grave que un consejero de seguridad nacional solicite la inmunidad. Queda mucho trabajo por hacer antes de incluso plantearse (concedérsela)», consideró Adam Schiff, líder de los demócratas en la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Schiff precisó no obstante que lo «discutirá» con sus homólogos del Senado y el Departamento de Justicia.

¿Inmunidad?

«¡Mike Flynn debería pedir inmunidad en esto que es una caza de brujas (excusa por gran pérdida electoral) de los medios y los demócratas de proporciones históricas!», estimó por su parte en Twitter el presidente Trump. «El presidente fue muy claro.

Quiere que Mike Flynn sea abierto y transparente», insistió el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer. «Alentamos a la gente a que hable en la Cámara de Representantes, en la comisión de Inteligencia y a los investigadores para que puedan llegar al fondo de esta cuestión», añadió, asegurando que la Casa Blanca no tenía nada que temer sobre las eventuales revelaciones de Michael Flynn. The Wall Street Journal indicó, citando a un responsable, que «se desconoce si Flynn propuso hablar de aspectos específicos sobre el tiempo que trabajó para Trump, pero el hecho de que busque inmunidad sugiere que Flynn siente que podría enfrentarse a complicaciones judiciales tras su breve paso por el puesto de Consejero de Seguridad Nacional».

El diario The New York Times citó una fuente del Congreso según la cual los investigadores se cuidan de llegar a un acuerdo con Flynn hasta que no avancen sus indagaciones y tengan una idea más clara de la información que pueda ofrecer el exasesor. La propuesta también despertó llamados a la cautela. «En esta fase inicial, no vería en esta solicitud algo más allá de una inteligente maniobra legal», dijo Mark Zaid, experto en casos de seguridad nacional, citado por el NYT.

En tanto, una fuente oficial dijo en condición de anonimato al canal de noticias NBC que el comité del Senado que quiere interrogar a Flynn inicialmente no está «receptivo» a su propuesta.

Por ahora la inmunidad «no está sobre la mesa» de conversaciones le dijeron al abogado del exasesor, según NBC. Al menos hay cuatro investigaciones en marcha sobre la incidencia de Moscú en las elecciones a favor de Trump.

El FBI confirmó que investiga esa posible colusión. Flynn recibió un pago por asistir a una gala del canal ruso de televisión RT a finales de 2015, durante la que se sentó con el presidente Vladimir Putin, despertando sospechas sobre sus vínculos con Moscú. Trump ha asegurado que no instruyó a Flynn para hablar con el embajador ruso.

Sin embargo, el presidente defendió la reunión argumentando que era el tipo de acciones que un asesor de seguridad hace como parte de su trabajo. Poco después de la renuncia de Flynn, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, se recusó de cualquier investigación sobre Rusia, luego de que se revelara que él también se reunió con el embajador de Moscú antes de que Trump asumiera el poder el 21 de enero.

La versión contradecía el testimonio de Sessions durante una audiencia ante el Senado.