El país enfrenta el octavo día de manifestaciones en el marco del paro nacional convocado por el movimiento indígena. Desde la noche del 19 de junio, cientos de personas llegaron hasta Quito por el norte y sur de la capital para exigir que el Gobierno cumpla las 10 demandas que plantearon desde la dirigencia de la Conaie. Debido a la violencia que se registró en estas jornadas de manifestaciones, el presidente Guillermo Lasso decretó estado de excepción en Pichincha, Cotopaxi e Imbabura.

Créditos: Pressouth

Varios actores políticos y sociales rechazaron esta medida pues aseguraron que se coarta el derecho a la protesta e hicieron un llamado a la Asamblea Nacional para que se revoque la normativa que entró en vigencia el viernes 17 de junio. En NotiMundo A La Carta, Fausto Salinas, comandante General de la Policía, aseguró que sería una “irresponsabilidad” levantar el estado de excepción sobre todo, cuando “hay antecedentes de los graves daños que se han provocado en la ciudad”.

Según informó Salinas, quienes generan actos violentos durante las manifestaciones no son infiltrados sino son parte de grupos que están articulados. “Nosotros vemos que existen algunos actores que podrían estar financiando estas protestas con intereses oscuros”, puntualizó.

Sobre la actuación de los servidores policiales frente a los manifestantes, Salinas explicó que tienen la facultad de usar la fuerza hasta cuando se ve que existen amenazas fuertes para la seguridad de los ciudadanos y la vida de los uniformados. En esa línea, los policías usan medios como el diálogo, la presencia, gas pimienta y, posteriormente “no quedan más niveles que resistir”, lamentó Salinas.

“Esa es la respuesta profesional que se ha dado y esto les deja sin piso porque tratan de mirar a las instituciones del Estado como represoras, como agresoras; y, al ver que no encuentran esa respuesta agresiva, empiezan a victimizarse y a crear historias”, enfatizó Salinas.

Hasta el momento, Salinas detalló que las protestas convocadas por el movimiento indígena han dejado 60 policías heridos, 26 secuestrados, 2 patrulleros destruidos y 21 dañados materialmente.

Finalmente, comentó que, tras la denuncia del presidente de la Conaie, Leonidas Iza, sobre un posible atentado contra su vida, la tarde del sábado 18 de junio, la Policía va a hacer una investigación seria. “Se produjo una rotura del vidrio del vehículo, no se trata de un arma de fuego. Hay que investigar quien está detrás de esto”, dijo.

Mira la entrevista completa aquí: