"A mí me han contratado especialmente para investigar y, producto de esa primera investigación, si yo establezco inocencia asumiré plenamente la defensa. En este momento voy a concentrarme primero a saber los hechos", declaró Héctor Vanegas a la prensa local que citó en su domicilio, esta mañana, rodeado de los familiares de Segundo P., supuesto autor de la muerte de las argentinas María José Coni y Marina Menegazzo.

Él informó que la familia Mina lo contactó para que se encargue de esclarecer este caso que, de acuerdo a investigaciones realizadas por la Fiscalía ecuatoriana, señalan al guardia de la comuna de Montañita como uno de los sospechosos del crimen.

Vanegas advirtió que este no es un crimen aislado y lo relaciona con otros casos que siguen suscitándose. «Algo está pasando en Santa Elena y no pueden decir que hay control. Hay un descontrol y espero que lo ocurrido, lejos de que se haga la noticia, se haga para poder ordenar a la provincia. Esa es una provincia muy peligrosa por todo lo que está pasando», manifestó.

Aunque no ha podido comunicarse con Segundo P., su tesis está basada en las inconsistencias que, según él, se evidencian de las investigaciones preliminares. Además, considera que la información que ha empezado a recabar de las llamadas que el guardia habría hecho a su hermana en diciembre y también a su madre, un día antes del hallazgo de las argentinas, es parte de las dudas que rodean los actos que habría cometido.

«¿Qué sucede si ellas solo dejaron las maletas para ir a divertirse, y terminan sin sus pertenencias? La parte más rara es que ocurre una muerte y él sigue trabajando normalmente, no huye y sigue ahí. ¿Cómo es que ocurre la desaparición y aparecen las mochilas en su vivienda y no se deshace de ellas? cuestionó el criminólogo.

Dora Coroza Mina, hermana del sospechoso, señaló que ella se contactó con su hermano en diciembre pasado debido a que él no habría viajado a Guayaquil para pasar las fiestas. Éste le informó que tenía un inconveniente con unos colombianos, a lo que Coroza le habría sugerido que tome precauciones.

Dominga Mina, madre de Segundo P., dijo haber hablado con su hijo el día anterior al hallazgo de los cuerpos de las argentinas. Él le indicó que iba a dirigirse a Guayaquil y hasta corroboró este viaje pidiéndole a su abuela, en otra llamada, que le guarde el almuerzo.
Vanegas, por su parte, advirtió que ya tiene un equipo «camuflado» en Montañita que se encuentra investigando el caso.

«Hay que ver si a la final las mochilas que dicen que se quedaron ahí fueron dejadas momentáneamente. No porque durmieron ahí, sino por ser un lugar para que reposen las mochilas hasta que ellas regresen a verlas. En ese proyecto pudieron ser asesinadas (…) yo entiendo el dolor de la familia argentina, pero esta también es una familia que sufre, una familia que quiere la verdad y que no va a aceptar así como así que le digan que el hijo es asesino», concluyó el defensor jurídico.