El avión desapareció a unos 700 km al sur de Punta Arenas, en el paso Drake, una de las aguas más tempestuosas del mundo. Dos días después, las autoridades chilenas hallaron restos humanos y de la aeronave.

Créditos: EFE

Las familias de las 38 víctimas del avión militar caído al mar el lunes 9 de diciembre del 2019 en Chile esperan resignadas saber qué pasó y recuperar los cuerpos para iniciar un luto que los ayude a sobrellevar la pena, asegura en una entrevista con la AFP el hermano de uno de los desaparecidos.

Todos los familiares, algunos en Punta Arenas y otros en Santiago, “coinciden en dos pedidos, la recuperación inmediata de los restos y que se sepa qué pasó”, dijo una fuente militar a la AFP en Punta Arenas.

El amplio operativo internacional de rescate, que incluye a 23 aviones y diez buques militares, se ha mantenido “pero con algunas restricciones para mantener la seguridad del personal”, dijo el 14 de diciembre el general Cristian Pizarro, en rueda de prensa en Punta Arenas.

Desde el martes pasado, la zona de búsqueda se ha ido desplazando 15 kilómetros por día de norte a sur, debido a la corriente. En las últimas horas, se sumó a la búsqueda un nuevo buque con bandera de Reino Unido. Asimismo, 107 imágenes satelitales permitieron localizar más restos del avión flotando en el mar. Mientras que el buque chileno Cabo de Hornos, capacitado trabajará en la búsqueda a profundidad, en un área que llega a los 4 000 metros de hondura.

Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK