El partido político, integrado actualmente a la sociedad, ha protestado por la muerte de 36 exguerrilleros y 13 familiares.

La FARC, el partido político surgido del pacto de paz con la otra guerrilla, denunció este miércoles el asesinato de dos excombatientes que participaban en una reunión política en el noroeste de Colombia.

Los militantes del nuevo movimiento de izquierda fueron atacados a balazos la noche del martes en un estacionamiento del municipio de Peque, en el departamento de Antioquia.

Los hombres, identificados como Wilmar Asprilla y Ángel de Jesús Montoya, estaban dentro de un vehículo cuando fueron «abordados por unos individuos» que les ocasionaron «la muerte con arma de fuego», dijo a la prensa el coronel Javier Morales Cárdenas, subcomandante de policía de Antioquia.

Según la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), con estas muertes ya suman «más de 30» los exguerilleros asesinados tras el acuerdo de noviembre de 2016, que condujo al desarme de unos 7.000 excombatientes de la guerrilla y a su trasformación en partido.

En un comunicado, la ahora exguerrilla exigió al gobierno que garantice la seguridad de sus militantes de cara a las legislativas y presidenciales de este año, en que la FARC participará tras medio siglo de fallida lucha armada por el poder.

Los dos excombatientes estaban preparando una actividad proselitista cuando cayeron a manos de los presuntos sicarios. Uno de los aspirantes de la FARC a la Cámara (baja) de Representantes se salvó de morir al no acudir a la cita con sus compañeros por «motivos personales», agregó la organización.

El partido surgido de las negociaciones de paz en Cuba tiene garantizados 10 escaños en el Congreso bicameral de 268 miembros, aunque deberá participar en los comicios.

Fuente: El Telégrafo