Tres votaciones no le alcanzaron al correísmo para destituir al presidente de la República, Guillermo Lasso, aunque fueron mínimas las voluntades que faltaron para lograr el cometido. La agridulce victoria del oficialismo da cuenta de que la gobernabilidad para el jefe de Estado continuará cuesta arriba. Marcelo Espinel, subdirector de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, considera que el gobierno debe construir una agenda de reconciliación nacional.

Foto: Notimundo / Derechos Reservados

En Notimundo al Día, Marcelo Espinel, subdirector de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, consideró que la negativa a la destitución del presidente Guillermo Lasso no debe ser considerada como una victoria, pues hicieron falta apenas 12 votos para que se pueda dar paso al proceso, que incluye también la disolución de la Asamblea Nacional y el llamado anticipado a elecciones.
En ese sentido, consideró necesario que el Gobierno retome los ofrecimientos de la segunda vuelta electoral, donde se prometió un verdadero «Ecuador del encuentro». Para ello, es necesario viabilizar respuestas, no solo para los 10 planteamientos de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), sino también un «cambio de timón», que podría darse con una renovación del gabinete ministerial y la perspectiva de ciertas políticas de Estado.
Sin embargo, destacó que el discurso del Régimen ha cambiado para bien, pues en las últimas declaraciones del Presidente se hace énfasis en regresar la mirada a la ruralidad y el campo, para buscar el desarrollo de este sector que ha tenido un abandono del Estado durante las últimas décadas. Señaló que es necesario que se visualice más allá de la tecnificación del agro, y se busque alternativas como el turismo comunitario, la educación y salud intercultural y de calidad.

Espinel advirtió que si no existe un proyecto a largo plazo que beneficie a los sectores más vulnerables del país, las paralizaciones y manifestaciones serán más recurrentes, y con ello se debilitará, aún más, la institucionalidad en Ecuador. Acotó que es necesaria una nueva lógica de intervención Estatal, «conversando más con la gente». «Los procesos de inversión que realice el Estado en los distintos niveles de Gobierno, no nazcan únicamente en 4 paredes, donde los burócratas sean quienes consideren qué es lo necesario para la población», puntualizó. Para esto es necesaria la construcción de una agenda de reconciliación nacional, dijo Espinel, donde se incluyan nuevas perspectivas de desarrollo, que sea inclusiva y garantice derechos.
Una de los escenarios ideales para favorecer la gobernabilidad del Ejecutivo sería que el gabinete ministerial ponga sus cargos a disposición del Primer Mandatario, pues es evidente la percepción colectiva de que existen personas que no cuentan con experiencia en la administración pública.

Escucha la entrevista: