El Presidente de la República anunció este miércoles 20 la aplicación de medidas económicas para afrontar la crisis generada por el terremoto registrado el sábado 16 de abril en las costas ecuatorianas.

El Presidente de la República anunció este miércoles 20 la aplicación de medidas económicas para afrontar la crisis generada por el terremoto registrado el sábado 16 de abril en las costas ecuatorianas.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que para la reconstrucción de las zonas afectadas, algunas con hasta el 85 % de destrucción en la infraestructura, se requerirán millones de dólares y más tarde, en un mensaje a la nación, anunció aumentos impositivos y contribuciones con esa finalidad.

Así, Rafael Correa anunció que en las próximas horas se tramitará, a través de la Asamblea Nacional, un incremento tributario. El Mandatario aseguró que el aumento establecerá dos puntos porcentuales adicionales al Impuesto al Valor Agregado (IVA) por un año, 3 % más sobre utilidades por una sola vez y 0,9 % «sobre personas naturales con patrimonio mayor a un millón de dólares».

Además aseguró que se dispondrá de un día de sueldo de las personas que ganan más de 1000 dólares por un mes. «Si se gana 1 000 se contribuirá un día, tan solo un mes; si se gana 2 000, un día durante dos meses; hasta quienes ganamos más de 5 000 que contribuiremos un día durante cinco meses», explicó el Mandatario.

Por otro lado, el Jefe de Estado indicó que Ecuador buscará vender algunos de sus activos.

El Presidente aclaró que estas medidas se toman en el marco del estado de excepción que permite la Constitución de la República y reiteró que el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que afectó a Ecuador es la peor tragedia de los últimos 65 años. Además agradeció la solidaridad nacional e internacional que manifestaron “los países hermanos, los organismos internaciones, nuestro pueblo, la empresa privada, los servidores públicos, policías y militares”.

Sin embargo, el Jefe de Estado fue enfático al decir que esto solo es el comienzo, ya que la reconstrucción durará años y costará miles de millones de dólares. De ahí que pese a las líneas de crédito abiertas para contingentes por 600 millones de dólares que tiene el país con la CAF, el BID y el Banco Mundial, resulta necesario “planificar medidas que canalicen la solidaridad y acción colectiva para enfrentar estos momento difíciles”.