El acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tiene especial importancia para este país asolado por una guerra que causó alrededor de 8 millones de víctimas durante cinco décadas. El acuerdo se ha negociado aprendiendo de otras experiencias y tiene características innovadoras que servirán para resolver otros conflictos violentos.

52 años de conflicto llegaron a su fin el pasado lunes, cuando el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, firmaron en Cartagena el trascendental acuerdo para terminar con una guerra civil que impidió el normal desarrollo social y económico de un país.

De esta manera, comienza Colombia una nueva era en la que los casi 8 millones de víctimas que ha dejado el conflicto armado, comenzarán a ser reparadas en un postconflicto que va a durar varios años. Esta guerra, de más de 50 años, dejó alrededor de 260 000 muertos, cerca de siete millones de desplazados y un número estimado de 45 000 desplazados.

Ante unos 2 000 invitados, entre ellos 15 jefes de Estado, cancilleres y directivos de organismos multilaterales, el presidente Santos destacó lo logrado por su Gobierno y añadió que cambiar las balas por los votos y las armas por las ideas es la decisión más valiente y más inteligente que se pudo tomar. «Hemos vivido, hemos sufrido, por 52 años, un conflicto armado entre hijos de una misma nación. Lo que firmamos es más que el acuerdo entre un gobierno y una guerrilla», acotó. El Mandatario indicó, además, que prefiere un acuerdo imperfecto que salve vidas a una guerra perfecta que siga sembrando muerte.

De su lado, Rodrigo Londoño en nombre de las FARC-EP pidió perdón a todas las víctimas del conflicto, y afirmó que nadie debe dudar que van hacia la política sin armas. «Nosotros vamos a cumplir y esperamos que el Gobierno cumpla», dijo. Asimismo, Londoño señaló que con el acuerdo aspiran a poner punto final en Colombia a la larga historia de luchas y enfrentamientos, y ese tratado, firmado con el presidente Santos, es una victoria de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional

Sin embargo, en Colombia no todos están conformes con lo logrado por el Gobierno, y el partido derechista Centro Democrático, liderado por el senador Álvaro Uribe, denunciará ante instancias internacionales el Acuerdo de Paz. Según el Centro Democrático, principal promotor del No del plebiscito que se celebrará el próximo domingo, la idea es “evitar” que el acuerdo se incorpore a la Constitución de Colombia.

Quienes impulsan esta campaña aseguran que el acuerdo firmado “no cumple” con los requerimientos internacionales en materia de derechos humanos y reparación a las víctimas.

En este sentido, Andrés Pastrana, expresidente de Colombia y líder del Partido Conservador, en FM MUNDO, manifestó que con esta firma no termina la guerra en este país porque todavía están en actividad el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el paramilitarimo. «No se firmó un acuerdo que acaba con la violencia en Colombia, se dio un primer paso», dijo.

Para el expresidente, los dos temas pendientes en este acuerdo son la justicia y el narcotráfico. En este sentido, afirmó que en el documento no hay una sola palabra de que el grupo guerrillero vaya a entregar las rutas y los laboratorios de procesamiento de la droga. Además acotó que el acuerdo no es totalmente aceptado por todas las facciones de la guerrilla, y el Frente N° 1, el que está encargado de la droga, seguirá en sus actividades ilícitas y no se vinculará al proceso.

Los acuerdos de paz firmados por Santos y el jefe de las FARC deberán ser refrendados positivamente el próximo domingo por el 62% de los ciudadanos que acudan a las urnas en el plebiscito por la paz.