Ante el anuncio del Gobierno de que se pasará de la fase de aislamiento a la de distanciamiento social, a partir del 4 de mayo, gremios de la salud exhortaron a las autoridades para que se tome decisiones basadas en evidencia científica y respaldada en estudios técnicos.

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Hasta el jueves 23 de abril, 1 667 de las 6 080 muestras tomadas a trabajadores de la salud, entre médicos, enfermeros, auxiliares, obstetras, odontólogos y psicólogos, dieron positivo para covid-19. Crédito: EFE.

Ante el anuncio del Gobierno ecuatoriano de que se pasará de la fase de aislamiento a la de distanciamiento social, a partir del lunes 4 de mayo, gremios de la salud como el Colegio Médico de Pichincha y la Sociedad de Ecuatoriana de Neumología, núcleo Pichincha, exhortaron a las autoridades para que se tome decisiones basadas «en evidencia científica y respaldada en estudios técnicos en beneficio de la salud de la población».

El Colegio Médico de Pichincha, cuyo titular es Víctor Álvarez, considera que el país “no cumple con las condiciones necesarias para salir de la cuarentena e iniciar un proceso de distanciamiento social”.

 Ellos se basan en que para cambiar de fase se requiere tomar en cuenta las seis recomendaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre ellas están, controlar la transmisión, detectar nuevos casos, control en los hospitales, lugares de trabajo y escuelas. Además se aconseja vigilar el contagio importado –en caso de abrirse el tránsito internacional- y tener una población bien informada.

Lo principal, explica el gremio, es masificar las pruebas de detección del virus. Esta medida es necesaria para identificar a los portadores asintomáticos. Las autoridades sanitarias anunciaron la aplicación de un millón de pruebas para determinar los focos de contagio y a aquellas personas que no presentan síntomas o son muy leves.

El tiempo estimado o la meta que se han planteado es de tres meses, es decir, hasta el 12 de junio próximo. El Colegio, en su comunicado, reconoció que no ha habido un aumento exponencial de las cifras de pacientes hospitalizados; sin embargo este no es un indicador de una “supuesta meseta de la curva” o su aplanamiento.

“Cada reporte de pruebas realizadas, confirman que aumentó el número de pacientes asintomáticos y con sintomatología leve”.

Los especialistas recuerdan que, según estudios científicos, este tipo de casos podrían ser una fuente de contagio mayor en la población.

También se pide hacer una revisión de las unidades médicas. Si bien «hoy no están colapsadas, se está llegando a un nivel de saturación preocupante«.

Visiones similares presentaron los integrantes de la Sociedad de Ecuatoriana de Neumología, núcleo Pichincha, con su titular Eduardo Castro.

En un comunicado expresaron “exhortamos a las autoridades a evitar la toma de decisiones apresuradas con respecto a medidas de confinamiento para la población y que estas se realicen de acuerdo a datos estadísticos reales de morbilidad y mortalidad”.

También respaldaron el trabajo del personal de salud que labora en los hospitales. Ellos están en la primera línea de contagio.

Hasta el jueves 23 de abril, 1 667 de las 6 080 muestras tomadas a trabajadores de la salud, entre médicos, enfermeros, auxiliares, obstetras, odontólogos y psicólogos, dieron positivo para covid-19.

Además se solidarizaron con las familias de quienes perdieron a sus seres queridos. Castro reiteró que, desde el punto de vista médico, tres cosas debe haber para el retorno laboral. Uno, la caída significativa de los contagios.  Dos, hacer un plan preciso y oportuno de vigilancia epidemiológica. En este debe destacarse las pruebas diagnósticas y de inmunidad )(PCR y anticuerpos), de forma masiva.

El fortalecimiento de cercos epidemiológicos con inteligencia artificial. Y la implementación de salvoconductos o pasaporte de inmunidad protectora. Tres, tener un sistema de salud listo ante un rebrote, es decir, los insumos necesarios para la protección y atención de pacientes.

Fuente: El Comercio-Nota Original : LINK