El pasado 20 de octubre se clausuró en Quito la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible Habitat III con un documento de 23 páginas que contiene la hoja de ruta para el desarrollo urbano de los próximos 20 años, según reseñó el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en su intervención.

En una edición especial, el programa Ecuador No Para, que transmite Teleciudadana en coproducción con la agencia ANDES, se expusieron las principales conclusiones de Habitat III desde el punto de vista del mandatario ecuatoriano, del secretario ejecutivo de la Conferencia de la ONU, Joan Clos, y de la ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ecuador, María de los Ángeles Duarte.

Pero también desde la perspectiva crítica de Fernando Carrión y Joan Subirats, catedráticos que intervinieron en un evento alternativo desarrollado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Según el presidente Correa junto con la declaración de Quito se acogió el plan de implementación que permitirá aplicar los compromisos derivados de la nueva agenda urbana, reflejo de un amplio consenso mundial que se asume “con entusiasmo”. Hoy tenemos la hoja de ruta para el desarrollo urbano en los próximos veinte años, recalcó el jefe de Estado.

En la agenda se destaca el derecho a la ciudad, que es el marco que hará posible el Buen Vivir para los ciudadanos del mundo, dijo el presidente Correa sobre el principio que ya consta en la Constitución de Ecuador desde el año 2008.

Otro aspecto que se promueve en el documento es el crecimiento urbano planificado, la función social y ambiental de la tierra para lograr vivienda, entorno y hábitats adecuados y busca incrementar la capacidad de respuesta ante eventos adversos, naturales o causados por el ser humano; también consta el acceso pleno a las ciudades de las personas con discapacidad (resiliencia).

La nueva agenda urbana contempla también el respeto a la integridad de los refugiados, apuntó Correa quien recordó que en otros países los refugiados están confinados en campamentos, pero en Ecuador están perfectamente integrados a la vida nacional con todos los derechos, acceso a salud, educación, trabajo, etcétera.

También contempla el respeto a los desplazados internos y migrantes, independientemente de su situación migratoria.

“La nueva agenda urbana se proclama por primera vez en un país del sur y en ella retumba la voz del sur global. Hábitat III es ya un hito para renovar nuestra esperanza en un mundo mejor”. Quito una vez más ha sido luz, pero esta vez del planeta entero”.

En la apertura de Habitat III estuvieron presentes el secretario general de la ONU, Ban ki moon; el presidente ecuatoriano, Rafael Correa; y el secretatario ejecutivo de la Conferencia, Joan Clos. / Foto: Andes

Joan Clos dijo que se logró desarrollar una estrategia que abre las puertas a una nueva etapa de prosperidad y esperanza urbana para el futuro.

En tanto, la ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda de Ecuador, María de los Ángeles Duarte, destacó que la nueva agenda urbana, aprobada “por aclamación y sin reparos”, contemple principios que se aplican en Ecuador, como el derecho a la ciudad y el control de la especulación del suelo.

La ministra destacó que el evento se realizó con un presupuesto de 31 millones de dólares (21 millones del gobierno de Ecuador y 10 millones de la ONU) el cual se optimizó y que dio una tasa de retorno que supera la proyección de 90 millones de dólares. También, resaltó la coordinación con el Municipio de Quito para la organización de la Conferencia.

También puso de relieve que pese a la masiva asistencia (se estima que unas 45 mil personas asistieron al evento y un millón y medio de personas a la Fiesta de la Luz, organizada por el Cabildo) no se presentaron incidentes con la seguridad.

Dijo que pese a que el país sufrió un devastador terremoto (de magnitud 7,8, el 16 de abril) nunca pasó por la mente suspender la organización de Habitat III.

Controlar el crecimiento urbano

Sobre el contenido de los debates, contó que se habló sobre el problema de los procesos de urbanización acelerados y si las ciudades están preparadas para albergar en condiciones adecuadas a gran cantidad de gente simultáneamente (con transporte, servicios, áreas verdes, etcétera).

Dijo que incluso en países donde se ha dotado de servicios a los habitantes de zonas rurales, la gente sigue migrando a las ciudades. Ecuador se ubica en un nivel intermedio, con un índice de 65% de personas migrando a las urbes, pero hay ciudades donde el porcentaje es de 90%, refirió.

“La mayoría de ciudades en América Latina, sobre todo, no están capacitadas y tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para ponernos a ese nivel, capacitarnos, trabajar con los municipios más pequeños; las ciudades deben hacer un esfuerzo por controlar el crecimiento”, expresó.

En el caso de Ecuador, indicó que se ha dado muchas competencias a los municipios, pero en algunos casos –sobre todos los cabildos más pequeños-  no tienen sus propias fuentes de financiamiento.

Las ciudades, el hábitat natural de la gente

Joan Subirats, profesor emérito de la Flacso, dijo que Habitat III mostró no solo la importancia sino “la enorme significación” de las ciudades”.

En este contexto, mencionó que más del 55% de la población mundial ya vive en ciudades y se proyecta que para el año 2030 casi el setenta por ciento se concentrará en las urbes.

“El hábitat natural de muchísima gente en el globo será en las ciudades, y esto plantea retos muy importantes porque si bien son espacios de muchas oportunidades y de grandes capacidades, al mismo tiempo la densidad de población que se concentra allí genera problemas de sostenibilidad, de contaminación atmosférica, de movilidad, de desigualdad”, enumeró al tiempo de manifestar que eso se mostró en Quito en la denominada nueva agenda urbana.

‘Naciones Unidas, ciudades unidas’

El catedrático de nacionalidad española, profesor de Ciencias Sociales, cuestionó que Habitat III esté organizado por Naciones Unidas y no por ‘ciudades unidas’, y que las urbes tengan un papel, de alguna manera, secundario en el orden de jerarquía que se establece en el organismo global.

A su criterio, los municipios tienen “muchas incumbencias y pocas competencias”.

Fernando Carrión, organizador del evento alternativo a Habitat, que se desarrolló en Flacso cuestionó que la ciudadanía y los municipios hayan estado ausentes de la Conferencia de la ONU.

Consultada sobre este punto, la ministra Duarte dijo que en el marco de Habitat, los alcaldes tuvieron su asamblea y que es obvio que no puedan tener representación en la ONU porque la política nacional la definen los estados.

“Ellos exigen más participación, y la pueden tener”, apostilló y agregó que no es necesario esperar los próximos 20 años y que a cualquier evento de las Naciones Unidas donde se discutan temas urbanos, se puede incluir un delegado de los municipios.

“Será imposible reunir a todos los municipios, tendríamos que llenar una ciudad entera con alcaldes”, sostuvo la ministra ecuatoriana.

Los retos urbanos  

Subirats recalcó en que la desigualdad en las ciudades provoca problemas de segmentación, pobreza y sostenibilidad. Otro reto es todo lo relacionado a la movilidad. La gente con menos recursos es a la que generalmente le lleva más tiempo desplazarse en la urbe.

Otro tema es como evitar el desplazamiento en vehículos privados y promover otras formas de movilidad como servicio público, uso de bicicletas, etcétera.

Fernando Carrión planteó el tema de justicia espacial, en otras palabras que el territorio de una ciudad pueda ser utilizado por toda la población.

Se necesita un estado nacional que tenga regulaciones específicas, por ejemplo, sobre el suelo, la planificación, pero también que las sociedades locales tengan una representación en comunidades políticas a través los municipios.

Carrión considera que tiene que haber un equilibrio en ese sentido.